En el Camp de Túria ha habido un cambio radical de políticas tras el vuelco electoral del pasado 24-M que posibilitó nuevos gobiernos de izquierdas. En Riba-roja, el alcalde Robert Raga se ha esforzado por denunciar «la nefasta política de personal» heredada del PP que le llevó a destituir a cuatro mandos de la policía local, dijo en una nota de prensa, «colocados de forma digital» por sus antecesores. La política de retribuciones de los cargos públicos de los gobiernos de izquierda también ha variado.
En Llíria se han ahorrado hasta 50.000 euros en cargos de confianza y liberados, al año, y en l´Eliana, cifran esa cantidad en 241.500 euros, en todo el mandato. A diferencia de sus antecesores, ni Manolo Civera, ni Salva Torrent ni Josep Vicent García, alcaldes de Llíria, l´Eliana y la Pobla de Vallbona tienen sueldos del ayuntamiento.
El nuevo gobierno de Bétera destapó recientemente que la escoleta municipal funcionaba con dinero cobrado en «negro» y realizaba cobros a los padres que no se giraban al consistorio por lo que tenía escondidos 11.300 euros en el falso techo de un baño. j. m. v./a. s. valencia
