El modus operandi del funcionario detenido consistía, presuntamente, en derivar a ciudadanos hacia el despacho profesional del ingenerio con el que tenía una «posible connivencia». Vecinos que iban a la Oficina de Urbanismo por los trámites necesarios para abrir un negocio eran atendidos por el funcionario detenido, ya que era el encargado de emitir los informes en esos expedientes. Cuando volvían para presentar la documentación para obtener la licencia del negocio, el proyecto venía suscrito por el ingeniero implicado, que no tenía sede en Quart, lo que extrañó al personal, pues hay otros ingenieros que sí trabajan en en el municipio.

También se detectó que después de asumir la redacción de un proyecto para una empresa, algunos técnicos desistían y aparecía como nuevo encargado del trabajo el ingeniero detenido. Dada la crisis económica y la reducción en la solicitud de licencias de actividad, era sospechoso que alguien renunciara una vez logrado el encargo. c. g. quart de poblet