La cárcel de Alaquàs abrió con 100 presas que procedían de la prisión de mujeres de Valencia —se buscaba separarlas de las comunes— y llegaron a ser más de 600, según Quaderns d'Investigació. El campamento de prisioneras funcionó de julio de 1937 a julio de 1938 y, posteriormente, se trasladó a Cehegín, en Murcia. El libro «De la cheka de Atadell a la prisión de Alacuàs» de Rosario Queipoó de Llano recoge sus vivencias. l. sena alaquàs