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Seguridad

Refuerzan la presa de Beniarrés al detectar movimientos en la base

El dique, que no está en peligro según la CHJ, es fundamental para evitar inundaciones en Gandia

Refuerzan la presa de Beniarrés al detectar movimientos en la base

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), está reforzando la cimentación del pantano de Beniarrés después de haberse detectado un movimiento en la presa. Beniarrés es un elemento fundamental para evitar inundaciones en Gandia.

La incidencia se ha registrado en el estribo derecho, donde los operarios están procediendo a inyectar hormigón armado en el interior de la estructura del enorme dique de contención que retiene las aguas del Serpis justo antes de llegar al barranco de l'Encantada.

La actuación, presupuestada en cerca de 300.000 euros, tiene como objetivo evitar posibles situaciones de riesgo en el futuro. Según la información facilitada por la administración, el objetivo de estas obras es solucionar el movimiento detectado en la parte de coronación de la presa, por donde pasa una carretera que une Beniarrés con Planes de la Baronia, con la realización de diversas reparaciones.

En concreto, ya se ha iniciado la introducción de micropilotes verticales, al tiempo que se ejecutará un encepado corrido de hormigón armado en el pie del muro. Hace años ya se llevó a cabo una actuación similar para consolidar la estructura.

Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) consultadas por este diario han destacado que la consolidación del cimiento no quiere decir necesariamente que exista un deterioro, peligro, ni riesgo para la estabilidad del pantano. La razón, apuntan, es que se ha creído conveniente, debido al comportamiento estructural de esta zona de la presa, reforzar su cimentación para evitar precisamente posibles situaciones de riesgo.

Vital para la agricultura de la Safor

El pantano de Beniarrés, constituye un elemento importantísimo para la comarca de la Safor en dos aspectos fundamentales, el de la agricultura y el de la prevención de inundaciones.

Sabido es que, pese a retener no más de 27 hectómetros cúbicos al máximo de su capacidad, ese agua guardada en invierno es clave para garantizar el riego de los naranjales en años se sequía, como está ocurriendo en los dos últimos ejercicios. La CHJ, en coordinación con las comunidades de regantes del Serpis, desembalsa a un ritmo que permita cumplir las necesidades agrícolas sin agotar las existencias.

El otro aspecto, el de la prevención de inundaciones, también se ha puesto de manifiesto en más de una vez. Cuando se producen fuertes e intensas precipitaciones en la cuenca baja del Serpis, causando daños en la Safor, Beniarrés es capaz de regular el caudal que le llega de la cuenca alta, de manera que ese agua no se sume a la que discurre por los cauces de la Safor.

La experiencia más importante de ese papel laminador de fuertes avenidas de agua ocurrió entre los días 11 y 12 de octubre de 2007, cuando las fortísimas precipitaciones se llevaron por delante el puente del Vernissa que comunica los términos municipales de Beniarjó y el Real de Gandia. Según datos de la CHJ, en esa jornada el río Serpis a su paso por Gandia llegó a soportar un caudal superior a los 500 metros cúbicos por segundo.

Esa cifra habría sido mucho mayor de no ser porque Beniarrés permaneció con las compuertas cerradas hasta que pasó el peligro. Fue entonces cuando empezó a soltar el agua que había acumulado.

Los técnicos destacaron entonces que, de haberse unido el caudal retenido en Beniarrés con el que llevaba el Serpis aguas abajo y con el que se unía en Almoines al añadirse el río Vernissa, se habrían producido desbordamientos en el tramo final del río.

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