Diez años después de la inauguración oficial de las actuales instalaciones, la empresa heladera Ice Cream Factory Comaker (ICFC), heredera de la antigua Avidesa, realizará una inversión de 25 millones de euros para ampliar la factoría de Alzira con la perspectiva de poder atender la demanda de nuevos potenciales clientes y consolidarse como la mayor productora de helado de España.
Esta importante inversión también se traducirá en la generación de alrededor de setenta empleos en una empresa que, durante la temporada alta, cuenta con una plantilla de 460 trabajadores. La ampliación contempla instalar dos nuevas líneas de producción que permitirán aumentar un 30 % la capacidad de fabricación de una planta que el año pasado comercializó 65 millones de litros de helado, un volumen que se prevé superar al concluir la actual campaña.
Por un lado, la dirección de Ice Cream Factory prevé instalar la línea más grande de Europa de fabricación de conos „la galleta de los conocidos popularmente como «apolos», la marca que acuñó en su día Avidesa„, mientras que la segunda línea producirá inicialmente un helado tipo espiral con tres sabores, pero se concibe como una línea multiusos de la que también podrán salir otros productos. En ambos casos se mantiene la apuesta por la innovación.
La empresa ya dispone de la licencia municipal para poder iniciar las obras de ampliación y la previsión es que ambas líneas de producción estén acabadas entre marzo y abril del próximo año para que puedan estar operativas de cara a la campaña estival de 2016. La nueva maquinaria se instalará en unas naves que se venían utilizando como almacén, aunque el proyecto contempla una ampliación con naves nuevas y una modernización de los sistemas energéticos que utiliza la empresa.
Un plan continuado de inversión
Se trata de una de las inversiones más importantes que acomete Ice Cream desde el cambio denominación y de modelo de negocio, aunque también es cierto que Ice Cream ha mantenido una inversión continuada para mantener la factoría de Alzira en los niveles más altos de competitividad.
De hecho, desde la transformación inicial de la antigua factoría „la inauguración se produjo en febrero de 2005, aunque la empresa llevaba ya entonces quince meses trabajando tras la venta de la planta por parte de Nestlé al que había sido su director general en Alzira en 2003„ y hasta el año 2012 la inversión acumulada era de 60 millones de euros, según indicaron en su momento fuentes de la dirección de ICFC, que señalaron como una filosofía clara de la empresa que «la inversión de hoy es la venta de mañana».
