El alcalde socialista de Llíria, Manolo Civera, apoyado exclusivamente por los concejales de su grupo, aprobó ayer en Junta de Gobierno la instalación de una subestación eléctrica en el polígono Carrasses. Según anunció a Levante-EMV, esta infraestructura «permitirá crear más de un millar de puestos de trabajo de manera inmediata» ya que hay dos nuevas empresas que quieren ubicarse en breve en la zona industrial, y una más de la ciudad, que va a ampliar sus instalaciones y capacidad productiva.
Manolo Civera lamentó que «la vanidad», «la deslealtad» y «el afán de notoriedad» de «algunos concejales de Compromís-MoVe», su socio de gobierno, les haya llevado «a confundir con mentiras a la opinión pública, a no participar de esta importante decisión para el futuro de Llíria y a no estar presentes en la Junta de Gobierno». Según aseveró, Iberdrola construirá la subestación eléctrica en el plazo de 30 meses, lo que solucionará los problemas de suministro energético del polígono de Carrasses, «pero también del Hospital de Llíria, al tiempo que solucionará otras demandas provenientes del casco urbano como la UE-13 y mejorará la calidad del servicio en urbanizaciones, como Xelardo, Puig i Lis o Verger».
El resultado es que se beneficiarán «cientos de personas, que viven en estos núcleos residenciales» y que se va «a generar riqueza y empleo». Civera ha retirado las competencias en el polígono Carrasses a dos de las concejalas de Compromís-MoVe, lo que ha generado una crisis en el equipo de gobierno local. «Mi obligación principal como alcalde, era solucionar este problema, heredado de la anterior corporación del PP, desde la discreción pero con la máxima celeridad, porque estaba enquistando la creación de empleo para Llíria y nuestra comarca», dijo.
