Hay documentos escritos que acreditan la creación de la banda de música de Godelleta hace más de ciento cincuenta años. Una cifra considerable que fue debidamente festejada con un concierto especial en el Palau de la Música en 2009. Siglo y medio de vida, que, sin embargo, apenas aportó nada especial hasta la llegada de Jesús Perelló Fuster como director artístico. Dicen los más viejos que hubo cierto prestigio en tiempos del maestro Barceló, por los años cincuenta; la banda de Godelleta también la dirigió por breve tiempo el maestro Amando Blanquer; pero allí, quien más quien menos, consideraba a la «Música» del pueblo como un grupo de amigos que se juntaban para vivir a tope la fiesta de las Fallas y aprovechar los ensayos como ratos de esparcimiento. Fueron tiempos del método Eslava y de atreverse con viejos instrumentos con apenas unas nociones de solfeo. ¿Estudiar en el Conservatorio? Eso era cosa de los de Buñol y los de Llíria. Total, para tocar cuatro pasacalles, dos marchas de procesión y el Sitio de Zaragoza, tampoco hace falta más?
Y llegó Jesús Perelló, corno solista de la Banda Municipal de Valencia, cargado de ilusión juvenil para cambiar, poco a poco, la mentalidad. Su primera sorpresa cuando llegó a la banda de Godelleta fue escuchar que se había comprado una «batería». Pensaba el joven maestro que había interés en mejorar la percusión de la agrupación musical pero en realidad se trataba de una batería de cocina para preparar «carne a lo chato»? Perelló había nacido en el seno de Los Feos de Buñol y su experiencia era otra muy distinta a la de los músicas festeros del pueblo? Venía de una formación académica que le había llevado a ser un profesional de la música. Y eso quiso para Godelleta, convertirla en una nueva Buñol. Transformar radicalmente los métodos de trabajo. Y en poco tiempo consiguió los primeros músicos con formación superior de conservatorio. Ya no había marcha atrás y tras aquellas primeras semillas, Perelló vio florecer su trabajo con una concienciación absoluta de las autoridades, unánimemente comprometidas con la entidad; con una escuela cada vez más numerosa y profesionalizada, reconocida por la Consellería; con la construcción de una sede específica para la entidad; la participación en certámenes de carácter nacional e internacional. Y aquel pequeño pueblo, de menos de tres mil habitantes comenzó a vivir el milagro de una conversión decidida a favor de la cultura musical. De las serenatas en viejos atriles colocados en el asfalto entre mesas de bar, camareros y gentes gritando a ser un ejemplo de silencio religioso en cada concierto al aire libre.
Cada 14 de agosto se programa una gala lírica, concierto especial en el que no han faltado tenores y sopranos de carrera profesional exitosa por los principales teatros de medio mundo?Godelleta presume de tener varios destacados profesionales trabajando por la música en tierras lejanas: directores, profesores de conservatorio, de instituto, de escuelas, solistas de orquestas de prestigio. La música no sólo ha ayudado a la formación integral de toda la juventud del pueblo; también es modo de vida de muchas familias. Más de doscientos niños, casi todos los del pueblo, reciben enseñanzas en una escuela con más de veinte profesores. Esta pequeña población disfruta de su Banda Sinfónica que acaba de ganar el certamen autonómico. Ha conseguido su quina mención de honor. También disfruta de una banda juvenil y de otra infantil. Su director, Jesús Perelló Fuster, ha conseguido el premio al mejor director del citado certamen.
