Los poemas de Maria Ibars, de quien este año se han cumplido los 50 años de su muerte, tienen una musicalidad especial. Además, dentro de nada verá la luz el disco en el que Jaume Ginestar pone música a Poemes de Penyamar (1949). Pero el homenaje a la escritora y maestra no acaba aquí. El alcalde, Vicent Grimalt, ya ha firmado el decreto para nombrarla hija adoptiva. Además, se está trabajando en un libro disco que llegará a las escuelas e institutos y dará a conocer la obra de una escritora que dejó maravillosas descripciones del Montgó. También está previsto reeditar sus novelas y poemas, ahora muy difíciles de encontrar. Y, ya a más largo plazo, se creará un centro de interpretación de Maria Ibars.