En el año 2006 el Ayuntamiento de Oliva adjudicó a la empresa Midascón las obras de urbanización del sector Aigua Blanca IV por un montante de 1,4 millones de euros. Poco después de iniciarse los trabajos quedarían paralizados convirtiendo todo ese espacio en una urbanización fantasma donde lo construido se ha ido deteriorando. Ahora, nueve años después, el consistorio tendrá que invertir al menos 1,9 millones para terminarla, medio millón más de lo que debió costar el proyecto. El pleno celebrado el pasado jueves aprobó una propuesta presentada y respaldada por los cuatro grupos del Gobierno local, Compromís, Projecte Ciutadans, Gent d´Oliva y EU, que supone el pistoletazo de salida para poner fin a uno de los más vergonzosos episodios del urbanismo olivense.

Aigua Blanca IV ocupa 56.700 metros cuadrados destinados a urbanización de baja densidad. Durante años los propietarios han estado reivindicando la conclusión de las obras, paralizadas por un sinfín de motivos que empezaron con una baja temeraria de la empresa que se quedó el proyecto y que después entró en concurso de acreedores.

Según señalaron ayer el alcalde de Oliva, David González, y el concejal de Urbanismo, Vicent Canet, en realidad todo se ha hecho tan mal que ni siquiera se sabe cuánto dinero falta para terminar la urbanización, pero todos coinciden que lo importante ahora es acabar con la injusticia cometida con los propietarios, a los que no consideran responsables de lo ocurrido, y destinar esos 1,9 millones a las obras.