El badajo de la campana mayor de la Colegiata de Gandia se desprendió a una hora no determinada entre la noche del domingo y la madrugada del lunes pasados y cayó sobre el techo de metacrilato de una de las capillas laterales del templo. Según informó ayer el abad de la Colegiata, Ángel Saneugenio, las campanas, incluida la que sufrió el accidente, estuvieron sonando el domingo con motivo de la apertura en la diócesis de Valencia del Año de la Misericordia.

El badajo, de varios kilos de peso, se desprendió de la campana llamada San Francisco de Borja, la mayor de las que suenan en este campanario, que pesa 3.500 kilos y que, junto a otras cinco, fue restaurada a finales del año 2009. Al abrir el templo el lunes por la mañana se comprobó que ese badajo había roto el techo de metacrilato que cubre la antigua capilla de San Martín, causando un agujero y agrietando la totalidad de la plancha.

Los servicios técnicos del Ayuntamiento de Gandia y los miembros de la Fundación para la Restauración de la Colegiata fueron avisados inmediatamente del suceso, que se ha puesto también en conocimiento de la Dirección General de Patrimonio , dado que la Seu gandiense es un edificio protegido.

Según el presidente de la Fundación de la Colegiata, Francisco Mas, el considerable agujero causado en esa cubierta transparente obligan a actuar rápidamente para evitar que, ante un episodio de lluvias, el agua entrara en el templo, y aprovechó para solicitar a la sociedad gandiense y a sus instituciones que colaboren en la reparación de los daños que, aunque no son muchos, tendrán que acometerse con celeridad.

Mas indicó que se desconoce el motivo del desprendimiento del badajo, dado que las campanas del templo son objeto de revisiones periódicas.