Pese a los créditos, la venta de terrenos y las inyecciones económicas que recibió del ayuntamiento, la situación económica de Pemsa es ruinosa y ha sido el propio Ministerio de Hacienda el que ha obligado al ayuntamiento a cerrarla. Por ello, aunque en un principio la idea era liquidar la mercantil, finalmente se ha optado por un preconcurso de acreedores que se declaró el miércoles, mientras un auditor externo estudia las cuentas para sondear el alcance del agujero económico.