Dar voz a los vecinos de Sagunt para el diseño de un nuevo modelo de ciudad es el objetivo de un «ambicioso» proyecto de participación ciudadana que ha puesto en marcha el ayuntamiento y que ya ha provocado llamadas curiosas de consistorios de todo el país para conocer la experiencia.
De todas las acciones destaca una que ayer mismo revolucionó la plaza Glorieta a pie de calle. Se trata del «videomatón», una caja televisiva diseñada para la ocasión donde vecinos de todas las edades pueden contar a la cámara en qué cambiarían la ciudad, cuáles son sus necesidades y hacer sus propuestas de mejora; todo, en tan solo un minuto de tiempo.
Este videomatón ya ha recorrido buena parte de la ciudad, instalándose en las zonas más emblemáticas y de mayor afluencia, en las que se ha recogido casi un centenar de testimonios, que se procesarán para elaborar un diagnóstico de Sagunt.
Con esta iniciativa también se pretende identificar a los actores sociales más influyentes, desde el propietario de un local de moda, hasta escritores, músicos o falleros... Luego, los responsables del plan les entrevistan para que aporten sus ideas y ayuden, además, a difundir la realidad de una ciudad «de la que buena parte de su actividad se desconoce», aseguraban los impulsores de esta iniciativa.
Una vez recogidos todos los testimonios y propuestas, los promotores del «videomatón» editarán un documental con el que mostrarán «la realidad de una ciudad a través de los ojos de sus vecinos». Y esto, a su juicio, servirá de herramienta para diseñar un nuevo modelo de municipio, como explicaba a Levante-EMV Manu Giménez, portavoz de la asociación Sagunt Reviu, promotora de esta iniciativa.
La medida se enmarca en un plan integral de participación ciudadana que nace de «la necesidad de cambio de modelo y de desarrollo de un Sagunt de futuro», explicaba el concejal Pablo Abelleira, responsable de esta área y de la marca local de Podemos, ADN Morvedre, que gobierna con Compromís y EU. «Ahí decidirán los vecinos a través de su implicación activa en el diseño de políticas que les afectan en base a dinámicas participativas, que se consideran fundamentales para cumplir el objetivo del plan», añadía.
Además de Sagunt Reviu, que dedica su actividad a la vertiente más económica, en el plan integral colaboran otras entidades como La Dula, encargada de recoger necesidades y propuestas relacionadas con asuntos sociales, y el Pla Estel, más centrado en la vertiente turística e identidad comunitaria. A ellos se suma un colectivo de becarios del programa Forma-T de la Diputación de Valencia que entre sus cometidos realiza «mapeos» por barrios para detectar cuestiones urbanísticas por resolver.
Entrevistas y talleres
La dinámica de trabajo de estas agrupaciones es variada, desde eventos públicos a talleres y entrevistas con distintos perfiles.
Todos este trabajo de recogida de información tiene un plazo de ejecución de tres a cuatro meses. En ellos, cada grupo participante deberá elaborar un diagnóstico de sus acciones concretas, que serán trasladadas a cada concejalía implicada para que estudie su viabilidad técnica y responda informando si se puede realizar o no.
Una vez completada la fase de recogida y diagnóstico, quedaría una tercera, que se ha venido a llamar de «devolución» a los vecinos, en la que los políticos, tras analizar los informes, expliquen sus conclusiones y qué acciones van a llevar a cabo. Todo un reto ya imparable en la ciudad.
