Finalmente no habrá regulación en el uso de las armas de fuego para los agentes de la Policía Local de Tavernes de la Valldigna. La decisión la tomó el pasado viernes el alcalde, Jordi Juan, que, tras la polémica suscitada por el decreto que limitaba las pistolas, decidió dar marcha atrás y eliminar ese punto del texto.

La medida formaba parte de las nuevas condiciones laborales de los agentes. Según explicó Juan entonces, en uno de los artículos se regulaba este asunto. En concreto apuntaba que el intendente gozaba a partir de ahora de la potestad de elegir qué agentes y en qué servicios llevarían o no sus pistolas reglamentarias. Aunque el alcalde insistió en que la medida solo afectaba aquellos que hacían labores administrativas o a los que daban charlas en colegios y que «bajo ningún concepto» iba a permitir que las patrullas de seguridad ciudadana trabajaran sin su arma, el asunto se le ha acabado yendo de las manos al Gobierno local de Compromís, que ha tenido que rectificar.