Una vivienda de madera ubicada en la pedanía del Brosquil de Cullera se incendió ayer alrededor de las 13 horas del mediodía, en una zona en la que además de casetas de verano se encuentran campos de cítricos y otros terrenos abandonados.

Los primeros indicios apuntados por la brigada de bomberos del parque de Gandia que acudió a sofocar las llamas señalan que el fuego se inició tras encender en un campo colindante a la casa un quemador con rastrojos. El fuerte viento de poniente propagó el fuego, que alcanzó rápidamente la vivienda alertando a los propietarios que pudieron salir por su propio pie, y provocó que el incendio se propagara a otros terrenos abandonados y cubiertos de maleza afectando a unos 7.500 metros cuadrados. Once agentes de los bomberos trabajaron en la extinción hasta el anochecer.