El Ayuntamiento de Requena denunció ayer que varios contenedores han ardido en los últimos días en su localidad y aldeas, la mayor parte de ellos durante la madrugada. Por ejemplo, quedaron calcinados los situados en la avenida Lamo de Espinosa y en la calle Jaime Juan Castañer, en las inmediaciones del colegio Lucio Gil y la piscina cubierta. Esta secuencia de actos vandálicos en el término municipal requenense ha provocado que el mobiliario urbano atacado haya tenido que ser repuesto, puesto que había sido destruido por completo. Según el consistorio, cada uno de los contenedores de carga lateral supone un coste del orden de 1.200 euros para las arcas municipales, mientras que los de carga trasera cuestan 500 euros cada uno.