El Ayuntamiento de Xàtiva dio ayer a conocer las seis líneas maestras del nuevo modelo de ciudad que pretende implantar el gobierno municipal desde la filosofía de un urbanismo «integrador», que mira hacia adentro. El «plan de choque» diseña una hoja de ruta con una serie de actuaciones focalizadas en la reactivación y recuperación del centro histórico, con 2025 como horizonte final. El punto de mira se posa sobre todo en el entorno de las plazas del Mercat y la Seu, con la calle Botigues como eje transversal. Se trata de la parte de la ciudad más castigada en términos demográficos y de calidad de vida, según los resultados de un estudio sociológico encargado por el consistorio que retrata una realidad desoladora: el casco antiguo ha perdido un 17 % de residentes y un 6,5 % de comercios en la última década, una tendencia contraria a la experimentada en el conjunto de Xàtiva.

El reto ahora consiste en repoblar y atraer nuevos comercios a esta «zona cero», potenciando su atractivo y su dinamismo. Para ello, la corporación ha llamado a las puertas del Ministerio de Hacienda con con una Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (DUSI) bajo el brazo que permite a Xàtiva pelear por una subvención de hasta 5 millones de euros procedente de fondos europeos.