La Generalitat ha anunciado una inversión entre 2016 y 2017 de alrededor de 5 millones de euros en la rehabilitación de unas 120 viviendas y la mejora de espacios comunes en calles y edificios del barrio de la Coma de Paterna. Se trata, posiblemente, de la mayor inyección económica que ha recibido en mucho tiempo este Barrio de Acción Preferente que reúne a entre 5.000 y 6.000 personas (con mayoría gitana) de más de 50 nacionalidades en unos 1.600 pisos que representan el 9 % del total de las viviendas del parque público de la Generalitat. De estos 1.600 pisos, unos 200 están vacíos u ocupados de forma ilegal, según calcula la Asociación de Vecinos que preside Juan Cristóbal Cantero, y el paro de la población activa ronda entre el 80 y el 90 %, tal como señalaba ayer un técnico de la Fundación del Secretariado Gitano.

El anunció de esta inversión millonaria lo realizó ayer la consellera de Vivienda, María José Salvador, en plena plaza Llaurí, un gran espacio diáfano bordeado de edificios rojos que si tuviera farolas, bancos, jardines y columpios (hubo un tiempo en que los tuvo) y menos pintadas y ventanas rotas en las fincas, no tendría tanto que envidiar a las plazas de las otras zonas residenciales (alguna de ellas de lujo) que rodean la Coma.

Durante la visita —en la que estuvo acompañada por el alcalde, Juan Antonio Sagredo, y la directora general de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE), Blanca Marín; además de representantes de varias entidades y asociaciones que trabajan en el barrio—, Salvador explicó que el plan de inversiones «se ha diseñado para impulsar y mejorar la convivencia». La primera medida será el desarrollo de un Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) en la Coma mediante una inversión de 2,9 millones de euros para la realización conjunta de obras de rehabilitación de edificios y viviendas que incluirá la adecuación de zaguanes y elementos comunes; adaptación a la normativa de los suministros eléctricos y de agua; la reparación de la red de saneamiento; la modernización de ascensores; mejoras en accesibilidad y alumbrado; la rehabilitación integral del edificio Yesa 1 y la reestructuración y adecuación de espacios públicos.

La segunda de las medidas será reparar unas 120 viviendas, con un presupuesto consignado de más de 2 millones de euros. «Por el momento ya se ha adjudicado la contratación para realizar la reparación urgente de 25 viviendas y elementos comunes y ya está en marcha la próxima tramitación del procedimiento para la rehabilitación de un centenar de viviendas vandalizadas», señaló la consellera.

Ayer en la Coma, la consellera visitó dos de estos pisos antaño «vandalizados» y ahora rehabilitados para que los ocupe alguna de las cientos de familias que están en lista de espera. La inversión para recuperar cada piso «puede ir de los 5.000 a los 15.000 euros, según lo destrozado que lo hayan dejado», explicaba un técnico de la conselleria. «Cuando en agosto visitamos las obras de rehabilitación vimos que se entregaban casas sin pintar, con las puertas rotas, con persianas que no funcionaban... —recordaba ayer la consellera—. Se había reducido el presupuesto al mínimo. Nosotros vamos a acometer una mejora cualitativa».

«Este barrio necesita una segunda oportunidad»

«Este barrio necesita una segunda oportunidad», aseguraba Ana, responsable de Cáritas en la Coma, una de las ocho entidades que siguen trabajando allí de las 50 que ha llegado a haber. Cantero, el presidente de la Asociación de Vecinos, agradeció el «compromiso» de la consellera, pero también reclamó «que se deje caer por aquí Mónica Oltra», que es también consellera de Políticas Inclusivas. El alcalde, por su parte, mostró «la absoluta disposición y colaboración del ayuntamiento para desarrollar, junto con las asociaciones del barrio, todo ese trabajo».