Los agricultores del Valle de Ayora, unidos a los de la Canal de Navarrés y la Plana de Requena-Utiel en la Asociación Solidaria de Protección Agrícola (ASPA), han denunciado que una plaga de animales destinados a la caza mayor está destrozando sus cosechas. En concreto, se refieren a muflones, cabras montesas y ciervos, que, según dicen, salen de la Reserva de Caza de la Muela de Cortes, de aproximadamente 36.000 hectáreas, y otros cotos privados para alimentarse en las zonas de cultivo agrícola. «Ya es una plaga. Los animales han salido porque su población ha crecido mucho y los cotos privados no están cerrados», manifiesta el presidente de ASPA, Ismael Saurí. «La situación es desesperante y sentimos impotencia», asegura.
Desde la asociación han solicitado a la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente que se proceda a vallar íntegramente tanto la reserva como los cotos para así poder controlar a los animales y proteger sus cultivos. Asimismo, reclaman que los cotos privados identifiquen a los animales con un microchip con el fin de identificar a los responsables de los daños causados. Según denuncian, «la caza mayor se alimenta de los cultivos y produce daños irreversibles en el arbolado y los cultivos herbáceos de los agricultores, pero se benefician las administraciones públicas y los cotos privados, que tienen a los animales sueltos».
A su vez, también consideran que sería necesario que se ejecutaran los permisos de caza mayor en su integridad, para así lograr un control de la población de estas especies, que no cuentan con un depredador en la zona. Es decir, reclaman que se haga un control de la especie mediante caza selectiva.
Representantes de ASPA recalcan que en las comarcas que representan «la actividad agrícola supone un porcentaje muy importante de la actividad económica, y prácticamente el único medio económico que sostiene a la población de las mismas». «Si no se cuida la agricultura de estas comarcas, su población terminará desapareciendo definitivamente», advierten.
Especies muy adaptables
Los agricultores señalan que el principal problema para sus cultivos lo provocan los muflones, una especie exótica que fue introducida en la Comunitat Valenciana en 1976 y que, según ellos, «ha desplazado a las cabras montesas». El muflón es una especie que, a falta de control cinegético, puede prosperar en ambientes muy diferentes, ya que se adapta con mucha facilidad a cualquier tipo de condición. No obstante, los informes de Medio Ambiente consideran que no se comportan como una especie invasora, por lo que no se han aprobado medidas para su control.
En cuanto a las cabras montesas, hoy en día son exclusivas de España. Suelen vivir en zonas con relieves montañosos cercanos, donde acuden para protegerse de posibles peligros, y tan solo van a zonas llanas para alimentarse.
Ninguna de estas dos especies, ni los ciervos, cuentan con más depredador en la zona que el propio ser humano.
