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De la festa, la vespra

Los corporales llevados a Daroca sobre una mula musulmana

Cada año, el 24 de febrero, y desde hace 777, Llutxent conmemora la gesta y milagro de los corporales

Azulejos del XVIII de la Ermita de la Virgen de la Consolación de Llutxent referidos al MIlagro de los Sagrados Corporales.

"En el reyno de Valencia, en el año del señor de mil y duzientos y treinta y nueue, vino vna gran muchedumbre de Moros sobre vn pequeño exercito, de solo mil Christianos que estauan recogidos en un castillo", comienza así Fray Luís de Granada su relato del Miracle de Llutxent . Todo ocurrió en torno al castillo de Chio, hoy en ruinas y muy abandonado, y del que el Ayuntamiento intenta su salvación. De momento ha pedido voluntariado para talar los árboles que hay dentro del patio de armas y sanearlo los días 4 al 6 de marzo.

"Viendo pues ellos que siendo tan pocos y estando muy lexos de Valencia para auer de ser socorridos, era impoxible dexar de ser vencidos de tan grande exercito, sino fuesse por muy especial milagro y fauor de Dios. Procuraron de lo alcançar seys Capitanes principales que en aquel exercito auia, confessandose, y recibiêdo el sanctissimo Sacramento: porque siendo pocos los sacerdotes que allí auia, y estando cerca los enemigos, no auia lugar para q todos hiziessen lo mismo. Estando pues estos confessados, y oyendo missa, y consagradas ya seys formas para comulgar en ella, dieron les rebate, q^ los Moros estauan ya sobre ellos. Por lo qual les fue forçado dexar la comunión, y acudir a las armas", prosigue.

"Entonces el sacerdote que dezia la missa, emboluio las seys formas en los corporales y a gran priesa los escondió de baxo de vna piedra. Mas nuestro señor mirando el aparejo y la buena voluntad que estos fieles Capitanes tuuieron de recibirle, y teniendo respecto a la confiâça que en el pusieron, y al socorro que le pidieron, de tal manera esforço a ellos, y a los demás por ellos, que desbaratarô en breue espacio los Moros, y hizieron gran matança en ellos, y los de mas huyeron", explica el fraile escritor.

"Entonces ellos boluiendo victoriosos, y agradescidos por el beneficio recebido, quisieron acabar lo començado que era recibir el sancto Sacramento. Acudió entonces el sacerdote a traer los corporales que auia escondido. Y descogiendolos en el altar, hallo las formas teñidas en parte de sangre, y pegadas en los corporales como agora se veen. Y declarado el misterio, y descubiertos los corporales, fue grande la admiración, y deuocion, y las lagrimas que alli se derramaron, dando gloria y gracias a Dios por esta marauilla", añade fray Luís de Granada.

Cada año, el 24 de febrero, y desde hace 777, Llutxent conmemora la gesta y milagro de los Corporales que conserva con gran veneración Daroca, donde nuestro milagroso prodigio pierde su nombre originario, al apropiárselos por derecho de conquista los Tercios de Daroca, que se los llevaron a lomos de una mula de nombre Mancalue, incautada a los musulmanes. En la Basílica Colegiata de Santa María son venerados. Aquí, Llutxent le alzó basílica, monasterio y Hermandad.

En el programa de actos: Rebuda d'Autoritats i Pelegrins Germans de Daroca i Carboneras de Guadazón, també els de la Safor, Valldigna i València. Missa Solemne, en la Basílica del Corpus Christi. Trisagio. Processó Eucarística, des de la Basílica del Corpus Christi fins al poble.

Una obra de teatro, que data de 1787, intitulada "La conquista de Valencia y el milagro de Luchente", obra del dominico fray Tomás Torres, refiere plásticamente el hallazgo, donde el capellán que halló las Sagradas Formas ensangrentadas dice: "Escondí, como ya os dije, / debajo una dura piedra,/ por la turbación que tuve, / al que los cielos gobierna/ y ahora veo que están/ todas las formas sangrientas./ Mirad vueltas en rubíes/ finos las preciosas perlas. Mirad el cándido armiño/ trocado en púrpura bella". Su duración era de cuatro horas.

El milagro movió al Papa Urbano IV a instituir la fiesta de Corpus Cristi en la Iglesia Universal, como les cuento en mi último libro "La procesión de Corpus Christi de Valencia", gracias a que el Consejo y Cabildo de Daroca enviara dos legados a Roma a informar al Papa del Miracle de Llutxent. Un milagro que han estudiado con unción dos buenos amigos Rafael Canet y Domingo Boscá, a los que tanto debe Llutxent.

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