La presencia de un hospital de ámbito comarcal en una ciudad reporta muchas ventajas, pero también algún inconveniente. La legislación obliga a los ayuntamientos a asumir el coste de enterrar a aquellas personas sin recursos que fallecen en su término municipal y la presencia del hospital contribuye a engrosar esa cifra y, consecuentemente, los gastos. Los denominados entierros de beneficencia han aumentado en Alzira un 75 % en los dos últimos años debido a la crisis -fuentes municipales detallaron que si se compara el último ejercicio en que se contabilizaron siete con el año 2010 en que sólo hubo uno el incremento es del 600 %-, y aunque no se trata de grandes cifras en términos absolutos, el gobierno municipal ha decidido licitar un contrato cerrado al que, en base a una media de diez entierros anuales, destinará 6.050 euros en cada ejercicio. 24.200 en total.

El ayuntamiento pagaba hasta ahora cada sepelio a la funeraria que prestaba el servicio de forma individual y busca con este nuevo sistema establecer una cantidad fija durante un período de cuatro años, con la posibilidad de prorrogar el contrato por dos más, que evitará que un repunte del número de entierros derive en más gastos.

El gobierno municipal ha estimado una media de diez entierros anuales y ha fijado un coste de 605 euros por cada uno de ellos, una tarifa que incluye tanto el desplazamiento del coche (51 ?), como el servicio de personal (159 ?), el féretro (230 ?), el sudario (20 ?) y los trámites y gestión (40 ?), lo que suma un total de 605 euros.

La administración se hace cargo de estos gastos cuando el finado carece de familia o ésta no puede asumir los gastos. El ayuntamiento también aporta el nicho, normalmente de las tramadas más altas.