«Para mí es una alegría y un honor, pero creo que este premio también se lo merecen muchos compañeros de la ONCE». Quien así habla es José Antonio Solves, de 49 años, casado y con dos hijos, que desde hace años vende cupones a las puertas del hospital de Gandia. Primero estuvo en el viejo edificio y hace un año, cuando abrió el nuevo, se trasladó a Sanxo Llop.
Solves acaba de ser seleccionado como el mejor vendedor de la ONCE de la Comunitat Valenciana en el año 2015. El reconocimiento no es solo por cumplir con un volumen aceptable de venta de los cupones y otros productos de azar, sino también por su implicación en las acciones sociales y culturales de este organismo. En Solves han visto las cualidades de «cercanía, simpatía, solidaridad, ilusión, voluntad, ingenio y compromiso».
Ayer, apostado como cada día ante la puerta principal del hospital gandiense, Solves, a quien se añade su aspecto bonachón, muestra su «buen trato» con las personas que a diario entran y salen del edificio, pero insiste en que, pese a sentirse «afortunado y honrado», el galardón podría haber ido a otras muchas personas «que también tienen un alto grado de implicación» en las actividades de la organización.
Aunque su punto de venta esté situado en un lugar de gran afluencia de personas, para José Antonio era aún mejor el viejo hospital, en pleno casco urbano, porque allí «contaba no solo con quienes iban al hospital, sino también con los vecinos del barrio y los gandienses en general».
Como tantos otros, también él ha notado el paulatino descenso en las ventas de cupones por la crisis, pero se aferra a la estadística que sitúa un ligero incremento del 2 % en el número de cupones expedidos en 2015.
De sus clientes, la mayoría trabajadores del hospital, usuarios, familiares y visitantes, José Antonio indica que hay quienes, al dirigirse a él para adquirir el cupón, «se nota que lo hacen atraídos por la labor social» de la ONCE. «Pero también los hay quienes piensan exclusivamente en el dinero», concluye quien ostentará durante un año el título de mejor vendedor de la C. Valenciana. Al despedirse, insiste en trasladar el honor a quienes, como él, hacen de «buenos» en la organización nacional de ciegos.
