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Servicio adaptado

Nueve km en silla de ruedas por el arcén

Una vecina de Utiel con osteogénesis imperfecta se ve obligada a recorrer un largo camino para coger el AVE e ir a estudiar a Valencia al no estar adaptado el autobús de la línea - «No solo es un peligro para mí, sino también para los coches», alerta Ana

Nueve km en silla de ruedas por el arcén

Ana tiene 25 años y estudia un grado superior de Administración y Finanzas en el instituto Serpis, en Valencia. Aunque durante un tiempo residió en la capital del Turia, ahora vive en Utiel. Muchos de los ciudadanos de su comarca usan el autobús para poder desplazarse hasta Valencia. Pero ella no puede. Sufre de osteogénesis imperfecta, más conocida como «la enfermedad de los huesos de cristal», y los autocares de la línea que cubren el trayecto no están adaptados para ella.

Por ese motivo, cada vez que tiene que viajar a Valencia, ya sea por estudios o para simplemente aprovechar su tiempo de ocio, se ve obligada a coger el AVE. Para mayor dificultad, la estación no se encuentra precisamente en el casco urbano de Utiel, sino a alrededor de 9 kilómetros de distancia de su casa, que tiene que recorrer por el arcén de la carretera en una silla de ruedas mecánica, con el consiguiente riesgo para su vida. «No solo es un peligro para mí, sino también para los coches, porque puede haber un accidente», dice Ana, que explica que normalmente le acompaña alguien en su camino de dos horas pero que también ha hecho el recorrido en solitario.

Esta circunstancia ha provocado que Ana iniciara hace cinco años una larga lucha para conseguir que la compañía que tiene adjudicado el servicio adapte sus vehículos a personas discapacitadas. Su reivindicación comenzó con distintas hojas de reclamaciones, que quedaron en papel mojado, pues nunca tenían respuesta.

Hace tres años, cuando trataba de subirse al autobús pese a que este no estaba adaptado, se cayó y se fracturó el codo. Fue el incidente que colmó su paciencia. «Denuncié y se me compensó económicamente, pero mi verdadero objetivo no era ése, sino que por fin se adaptaran los buses», explica. Tras ello, trató de contactar directamente con los responsables de Monbus, la empresa que cubre el trayecto desde Requena a Valencia y que pasa por Utiel.

«El 50 % de la flota adaptada»

La página web de la compañía dice que «Monbus viene realizando importantes esfuerzos para proporcionar un servicio de transporte público adaptado para todos los ciudadanos». Es más, asegura que «uno de cada dos autocares de Monbus es perfectamente accesible para personas de movilidad reducida, ya que disponen de rampas de acceso mecanizadas y espacios diseñados específicamente para este tipo de necesidades». Eso es algo que Ana no ha podido comprobar todavía, aunque reconoce que sí que sabe que hay un servicio especial para un colegio de la zona que sí que está adaptado, pero no los autobuses de la línea regular.

Según Ana, los responsables de la empresa le dijeron que «no les sale rentable» en una conversación que tiene grabada. El hecho de adaptar el vehículo no solo supone incorporar una rampa, sino también habilitar un espacio para que pueda sentarse una persona con su silla de ruedas, lo cual quitaría cuatro sitios para gente no discapacitada. «Creo que éste es un caso de discriminación. Todos merecemos poder transportarnos en buenas condiciones sin importar nuestras capacidades físicas», argumenta Ana.

En un paso más, esta joven ha iniciado una petición en change.org para la creación de una ley que garantice la accesibilidad al transporte para discapacitados, que cuenta ya con más de 13.000 firmas en su favor.

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