El buen ambiente suele ser algo fundamental para que cualquier relación de trabajo fluya correctamente. Y no es menos importante cuando tu compañero de faenas es un perro. Así lo explica Ángeles Real, una vecina de Bétera que la semana pasada obtuvo la mejor posición de una mujer en el Campeonato Nacional de Adiestramiento del Real Club del Pastor Alemán celebrado en Valdemoro.

En este torneo se dan cita los mejores pastores alemanes de España para competir en las disciplinas de rastreo, obediencia de alta escuela y protección. De hecho, en estas prácticas se encuentran algunas de las bases para formar a otros canes que acaban sirviendo a los cuerpos de seguridad como la Policía o la Guardia Civil.

«Para poder adiestrar bien a uno de estos perros hay que vivir a diario con ellos», explica Real. En primer lugar, hay que prepararlos físicamente, para que tengan el estado de forma y la fuerza necesaria para realizar las pruebas a las que son sometidos. Y, a partir de ahí, se inicia una relación de «amistad» y confianza con el can para que cumpla las órdenes que se le dan. «No puedes trabajar bien con un perro que no te quiera», insiste Real, que considera que el «buen entendimiento entre ambos es muy importante». Para conseguir que este binomio entre perro y guía funcione, relata que es necesario «convivir con él a diario».

Real, que trabaja en la escuela de adiestramiento Deportcan, situada en Llíria, se presentó al concurso con un pastor alemán de unos clientes, con el que lleva trabajando solo tres meses. Sin embargo, eso no fue un obstáculo. «Lo fundamental es congeniar bien» y, dados los resultados, no hay dudas de que Real y su compañero canino lo consiguieron.