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Medida

Sagunt exige vallas de seguridad para evitar accidentes en el Castillo

El consistorio reclama medidas a la Conselleria de Cultura y al ministerio ante el incremento de visitas

Sagunt exige vallas de seguridad para evitar accidentes en el Castillo

El aumento de visitas que ha registrado el Castillo de Sagunt durante las fiestas de Semana Santa y Pascua ha vuelto a llegar sin ningún refuerzo de las medidas de seguridad ni de los servicios que ofrece este monumento de titularidad estatal, cuya gestión está transferida desde hace años a la Conselleria de Cultura. Esto ha acentuado las múltiples carencias que arrastra el recinto desde hace décadas en la ciudad que recientemente ha sido declarada por las Corts como «Capital valenciana de la romanización».

La inexistencia de barandillas en desniveles de más de 3 y 8 metros de altura, así como de señales que adviertan de esos peligros volvió a ponerse de manifiesto en el Castillo ante la gran cantidad de turistas que visitaron a diario el monumento, pues se contabilizaron más de mil personas al día desde el Jueves Santo hasta el lunes de Pascua.

El hecho de que sólo dos vigilantes atiendan la entrada a este recinto de casi un kilómetro de longitud hizo que, de nuevo, se disparase el riesgo de accidentes en un monumento nacional donde, ya en 2009, se contabilizaron hasta 20 puntos de alto riesgo que en su mayoría se mantienen y que también fueron enumerados en 2015 por el historiador Javier Ferragut en una tesis doctoral: «Desde murallas, miradores y escalera a gran altura sin protección».

Miembros de la asociación de Voluntarios por el Patrimonio de Sagunt así lo remarcaban en declaraciones a Levante-EMV. «El castillo ha estado estos días a reventar y , de nuevo, no ha pasado ninguna desgracia porque debe haber un batallón de ángeles custodios impidiendo que la gente se mate por cualquier cortado», decía un portavoz de este colectivo que lleva meses retirando chumberas del lugar y haciendo accesibles zonas que hasta ahora estaban llenas de vegetación, Paco Herráiz.

«Es de vergüenza que esto siga así, con la gente metiéndose por cualquier lugar a su antojo y no limitándose a pasar por unos itinerarios previamente marcados», añadía recordando que los 20 lugares de «alto riesgo» que denunció en 2009 «siguen igual, sin que nadie haga nada, a excepción de un tramo de muralla al que se impidió el paso» y lamentando que en días de tanta afluencia «no haya personas de Protección Civil por el Castillo, ni una ambulancia en la puerta por si ocurre algo. Y más, cuando ya somos capital valenciana de la romanización».

El edil de Patrimonio, Pablo Abelleira, coincidía en que «la buena suerte» es la que, hasta ahora, ha impedido «un accidente grave» en el castillo y consideraba que la prioridad en las actuaciones en el monumento, debía ser la «señalización y la seguridad».

Por ello, aseguraba que el ayuntamiento va a enviar un informe a la Conselleria de Cultura y al ministerio alertando de la falta de seguridad, pese a las numerosas visitas recibidas. «Habría que marcar itinerarios para dejar claro por dónde puede pasar la gente y por dónde no. Sobre todo, porque desde que los voluntarios estamos quitando chumberas, cada vez sube más gente a ver cómo está quedando», aseguraba el también integrante de esa entidad.

Actos vandálicos

Por otra parte, el Castillo ha vuelto a sufrir acciones vandálicas, según denunciaron a Levante-EMV miembros de la asociación de Voluntarios por el Patrimonio. Los pilones de alumbrado existentes en el lado oeste de la plaza de Estudiantes han sido esta vez el blanco de los gamberros, pues seis han acabado rotos y tirados en el suelo, como ya ocurrió con otro hace años, cuando se robó el cableado eléctrico de todos ellos.

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