Decenas de vecinos de Borriana vivieron ayer una situación excepcional y bastante insólita cuando a media mañana se avistaron junto a la costa del Grau dos ejemplares de calderón, también conocidos como ballenas piloto, que al parecer se habían desorientado y acabaron depositándose en la misma orilla.

Pese a que rápidamente los equipos de salvamento y rescate de l´Oceanogràfic se personaron para intentar realizar las curas y devolverles mar adentro, las heridas y el estado de desorientación de ambos ejemplares no permitió que fueran salvadas.

Después de toda una mañana intentando rescatarlas, hacia las dos del mediodía se confirmaba la noticia de que no se podía hacer nada por ninguna de las dos. Ambas fueron trasladadas hasta el centro de l´Oceanogràfic para realizar los estudios pertinentes que, en un futuro, pueden servir para conocer mejor su comportamiento y, de esta forma, intentar salvar al mayor número de ejemplares que puedan volver a encontrarse en la misma situación que los aparecidos ayer en el Grau borrianense.

Según explicaron ayer algunos de los biólogos y miembros del equipo de Rescate de l´Oceanogràfic de Valencia que se desplazaron hasta Borriana, los calderones son animales sociales que viven de forma gregaria formando grupos, y cuando se aíslan por desorientación o por pérdida de referencias de sus compañeros de grupo, pasan a ser muy vulnerables y corren peligro de acabar quedando varados cerca de las playas. Fue exactamente lo que ocurrió ayer con los dos ejemplares de aproximadamente 300 kilos que aparecieron en Borriana.