La movilización ciudadana consiguió que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas revisara el expediente del pequeño Rafa, pero no que el niño regrese a Alzira con los tíos que le acogieron durante un año. El área del Menor ha ratificado todo el proceso seguido que derivó con el requerimiento a la familia Madrid García para que entregara al pequeño de dos años el pasado 29 de febrero y estos parientes que quieren hacerse cargo del menor tendrán que mantener su reivindicación por vía judicial.
«Partimos de la base de que, desde el primer momento, la tutela la tiene la conselleria y eso es lo que pueden empezar a recurrir», explicó la concejal de Acción Social, Marina Mir, a Levante-EMV, tras la reunión mantenida la semana pasada con técnicos de la administración autonómica desplazados a Alzira. «Ellos tienen que agotar la vía judicial y en cierta medida se les anima a ello, tienen sus derechos y si el juez lo estima se hará una tercera valoración independiente», explicó Mir, quien tras señalar que en estos asuntos siempre se trabaja de la forma «más objetiva posible», comentó que una tercera valoración «ayudará a clarificar más aún las cosas, siempre mirando por el menor», incidió.
La madre biológica, que presenta una discapacidad leve y en su momento firmó la renuncia a la tutela, ya ha formalizado alegaciones para evitar que la Administración entregue al niño en adopción a otra familia que no sea la de sus tíos —el pequeño Rafa, que en mayo cumplirá dos años, se encuentra en acogimiento temporal—, ya que de ese modo podría mantener el contacto con el niño, mientras que la familia Madrid García tiene previsto interponer una demanda contra la resolución que decretó el cese del acogimiento y le ordenó que entregaran al niño a finales de febrero. «Yo esperaba que se llegase a un acuerdo sin tener que llegar a juicios ni nada, pero ellos son los que deciden y parece que no saben que hay personas que tienen sentimientos y tenemos nuestros derechos», comentó la tía abuela del niño, Pura García.
La movilización vecinal
Alrededor de 80 vecinos de Alzira, mayoritariamente del barrio de les Barraques, donde reside la familia, recorrieron el pasado 11 de marzo el casco urbano para reclamar el regreso del pequeño Rafa con los parientes que le habían acogido durante un año. El alcalde de Alzira, Diego Gómez, recibió a los manifestantes, recogió sus peticiones y se comprometió a trasladarlas a la conselleria, que acabó revisando el expediente.
