La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural regó ayer con dos cubas de 4.400 litros cada una el emblemático Pi de la Bassa de Serra, muy debilitado por la sequía que ha propiciado el ataque de insectos perforadores como el Tomicus.

El mal estado del Pi de la Bassa, que hace temer por su desaparición, había provocado la reacción de los habitantes de Serra y otros colectivos vinculados a la Serra Calderona pidiendo la adopción de medidas.

Los riegos continuarán durante las próximas semanas, con dos o tres riegos semanales, en función de la disponibilidad de la brigada de Emergencias de Bétera, que ayer prestó la cuba.

A pesar de que los primeros daños visibles datan de abril de 2015 y de algunos tratamientos, el árbol monumental ha ido deteriorándose. Ayer, en una visita conjunta de técnicos de la dirección general del Medio Natural y de Árboles Monumentales de la diputación, se decidió dar un tratamiento por endoterapia el 26 de este mismo mes, cuando estará disponible el producto empleado.

De manera previa a la endoterapia, se realizarán trabajos de revitalización del árbol: descompactado de suelo y riegos, fundamentalmente.

El secretario autonómico, Julià Álvaro, aseguró ayer que había dado instrucciones para que se haga «todo lo posible por salvar este árbol», un ejemplar «emblemático» con 185 años de vida, según recordó.