Si por algo se ha caracterizado la crisis económica que estalló hace casi diez años es por el fuerte impacto que ha tenido en las familias de clase media, por aumentar la vulnerabilidad de aquellas personas que ya antes sufrían problemas y por el cierre de un gran número de empresas, tanto grandes como pequeñas, que ha dejado por el camino un importantísimo reguero de parados en la comarca de la Safor.

Precisamente este último hecho puede estar detrás de un dato que así, de primeras, sorprende. Y es que mientras que centenares de empresas bajaban la persiana, el número de restaurantes en los municipios de la Safor iba en aumento.

Existe, sin embargo, una relación clara entre ambos datos. Y es que a lo largo de los últimos años han sido muchos los que tras ser despedidos de sus respectivos puestos de trabajo, lejos de quedarse en casa lamentándose por su mala suerte o de salir a buscar una oportunidad que sabían que tardaría en llegar, decidieron emprender, capitalizar su paro y montar un restaurante, bar o cafetería.

657 locales

No en vano, entre 2007, año en que estalló la crisis, hasta el pasado 2015, en la Safor ha crecido el número de restaurantes en un 28 %. En concreto, la comarca ha pasado de los 512 a los 657 locales de este tipo en nueve años, una cifra muy llamativa teniendo en cuenta la gran depresión que ha sufrido la economía del país en los últimos años.