El gobierno de Càrcer ha sufrido esta semana dos bajas. La teniente de alcalde, Mónica Lloret, y la concejala Mª Pilar Ramón formalizaron el lunes su dimisión por discrepancias con el alcalde, Josep Botella. Ambas se incorporaron a la Agrupació Ciutadana de Càrcer que lidera Botella con la perspectiva de introducir nuevas prácticas en el ayuntamiento basadas en la transparencia y el trabajo en equipo que, según indicó Lloret, no ha visto cumplida tras diez meses de gestión municipal. «Desde el mes de julio han sido muchas cosas encadenadas, quedamos que llevaríamos el ayuntamiento entre los cinco pero me he encontrado con que (Botella) mantiene la idea de que en el pueblo manda el alcalde y no hay más», comentó la hasta ahora responsable de las áreas de Economía y Juventud, que dijo no poder hablar en nombre de Pilar Ramón, si bien las dos dimisiones se cursaron a la vez.

Esta crisis de gobierno cuando no se ha cumplido el primer año del mandato no afectará a la estabilidad municipal ya que la agrupación de electores que encabeza Botella obtuvo la mayoría absoluta. El alcalde ha convocado para el lunes un pleno en el que se dará cuenta de estas dimisiones para, acto seguido, tramitar las credenciales de José Luis Alandes y Antonio Nadal como nuevos miembros de la corporación municipal.

Los escritos de renuncia de las dos concejales alegan razones «ideológicas» que ayer Mónica Lloret concretó en las diferencias mantenidas con el alcalde por lo que considera una gestión «muy presidencialista».