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Invento

Un alcireño patenta un urinario para varones con cortina de agua y secador

Una empresa holandesa se ha interesado por adquirir el diseño de Miguel Ángel Levanteri, pero no se ha cerrado el acuerdo - El inventor destaca la «comodidad e higiene» y afirma que es más barato

Un alcireño patenta un urinario para varones con cortina de agua y secador

El movimiento oscilante a una o dos manos, según costumbre, ante el urinario una vez el usuario masculino ha acabado de orinar para expulsar las últimas gotas de la micción puede pasar a la historia. Un alcireño ha patentado el que define como el urinario más higiénico del mundo. Un dispositivo que lava y seca el prepucio antes de volverlo a enfundar ya sin riesgo de que deje mancha en la ropa interior. Ese fue precisamente uno de los motivos que llevaron a Miguel Ángel Levanteri a cavilar soluciones para, a instancias de su mujer, evitar las manchas que deja la orina en la ropa interior y, por otra parte, las gotas que en ocasiones quedan sobre el borde del inodoro.

Levanteri puso toda su imaginación para diseñar un modelo de urinario con un circuito que genera una cortina de agua a través de unos aspersores laterales y, tras el proceso de lavado y del mismo modo, bien con un botón o un sensor, se activa un ventilador para proceder al secado. El mecanismo incluye una resistencia que se puede activar para calentar el aire, que fluye en dos direcciones. El diseño exterior puede variar y permite el uso de cualquier tipo de materiales, incluso reciclados.

Aconsejado por ingenieros a los que mostró el proyecto, Miguel Ángel Levanteri se dirigió a la Oficina Española de Patentes y Marcas, que en febrero le otorgó la concesión de un modelo de utilidad -se trata de una innovación sobre un urinario ya existente- que, según explicó, conlleva la exclusiva para la producción y venta durante diez años. El alcireño relata que, tras publicarse esta concesión en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial, una empresa holandesa se ha interesado por comprarle la patente e incluso le ha realizado una oferta económica interesante, que finalmente ha descartado al no aceptar las condiciones de pago.

Levanteri asegura que siempre ha tenido una mente inquieta y cierta creatividad -«me he entretenido mucho con manualidades», afirma- aunque, hasta ahora, sus inventos se limitaban al ámbito doméstico, especialmente juguetes para sus nietos o una especie de montacargas artesanal que ha instalado en su casa. También recuerda con orgullo una singular bicicleta que construyó íntegramente de madera y que le acabaron comprando.

En el caso del urinario que lava y seca, bautizado inicialmente como «Higienicpen», Miguel Ángel Levanteri relata que contactó con profesionales vinculados al departamento de ingeniería de la Universitat Politècnica de València en busca de algún técnico que pudiera plasmar su invención en planos y fue entonces cuando le plantearon la conveniencia de patentar el invento para evitar que otro lo hiciera por él.

Una idea «de futuro»

Los contactos mantenidos le hicieron ver que su idea puede tener futuro. «Me aconsejaron patentarlo porque el modelo podría ser el urinario del futuro», señala este alcireño, mientras detalla que unos técnicos han realizado un estudio de costes de fabricación que cifran el mismo en cien euros. «Además, se puede producir con cualquier tipo de materiales», apostilla Levanteri, mientras apunta que el precio de un urinario de categoría media «oscila entre los 220 y los 260 euros».

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