­Los agricultores de la Vall dels Alcalans y el Marquesat miran con preocupación al cielo€ y a la tierra. Las escasas precipitaciones en dos subcomarcas deficitarias desde el punto de vista hídrico auguran un verano muy complicado para sus cultivos y reclaman soluciones. El presidente de la Comunidad de Regantes la Serreta y l´Escala de Real, la entidad que ha impulsado el novedoso proyecto de convertir una antigua cantera en un gran almacén de agua para acumular recursos durante el invierno, reivindicó ayer un trasvase desde el pantano de Contreras al de Forata como «única solución» para salvar los cultivos de la cuenca del Magro. «La situación de este año es crítica, si no tuviéramos almacenado un hectómetro cúbico en muchos sitios ya no se podría regar», comentó ayer Herminio Jorge, que dijo haber oido hablar de este proyecto en una reunión celebrada en la Confederación Hidrográfica del Júcar y considera vital que se reactive. El presidente de la Acequia Aledua Mare de Llombai, Vicent Adam, fue incluso más pesimista al valorar la situación como «más que crítica» para todos los regantes del Magro si se tiene en cuenta el nivel de las reservas que hay en Forata. «Estamos hablando de apenas dos hectómetros cúbicos cuando uno se tiene que quedar de reserva para no causar un desastre ecológico y se está desembalsando agua para regar. Y estamos en abril», apostilló Adam. No obstante, los regantes de Llombai no miran hacia Contreras en busca de agua, sino hacia el Canal Júcar-Turia.