El Ayuntamiento de Benavites ha acordado romper relaciones con la parroquia mientras el cura párroco siga siendo Francisco Llorens. Todos los ediles del consistorio (PP, Compromís-ERPV y PSPV) así lo decidieron de forma unánime ante «la necesidad de frenar actitudes hostiles que alteran el día a día del pueblo y el bienestar de los vecinos». Así lo explicó ayer el alcalde, el popular Carlos Gil, ante numerosos vecinos durante la reunión que convocó en el consistorio para dar explicaciones de la medida.

«Conste que no tenemos nada contra la Iglesia. Hace 21 años que soy concejal y no he faltado a ninguna procesión; pero esto es intolerable. Queremos dejar claro que la actuación va exclusivamente contra la persona del cura, que ha protagonizado múltiples acciones contra asociaciones, personas e instituciones desde que llegó», afirmaba Carlos Gil.

Según expuso ayer ante decenas de vecinos que llenaron el salón de plenos, el cura ha tenido problemas con múltiples asociaciones como Amics de Benicalaf o los organizadores de la Hoguera de Sant Antoni. «Los vecinos merecemos un respeto y vivir en paz; por ello hemos pedido al arzobispado que sustituya al cura; además hemos entrado en contacto con los ayuntamientos de Quart y Quartell para que conozcan nuestra determinación y se unan a ello si lo consideran oportuno. No vamos a tolerar ninguna intromisión más por parte del cura», añadía Carlos Gil.

Las acusaciones que, según los ediles del gobierno, lanzó el sacerdote desde el púlpito el día 17 de abril fueron el detonante de la actuación municipal. «Tengo que hacer un anuncio muy grave. Las campanas no suenan porque hay un cable quemado porque la instalación de la iglesia es una chapuza que hizo el hermano del alcalde. Además, la diputación dio una subvención de 60.000 euros y la obra costó 24.000. ¿Dónde está el resto del dinero? ¿En Panamá? Y los cristianos, a pagar». Éstas fueron, según el equipo de gobierno, las polémicas palabras de Francisco Llorens que decidieron al consistorio a actuar.

En concreto, en una carta firmada por todos los ediles han solicitado al arzobispado la retirada inmediata del responsable de la parroquia. El escrito registrado en el palacio arzobispal anuncia la desvinculación del ayuntamiento de la parroquia puesto que, según explicaba el alcalde, el cura «se ha enfrentado con todas las asociaciones que en ella participaban tradicionalmente».