En vía muerta. La tramitación y finalización del ST 1 de Llíria, el polígono comercial y de servicios que se ubica en la salida hacia Benissanó y cuyas obras están valoradas en unos 12 millones de euros, está estancada desde hace al menos dos años y medio. El 90 % del polígono está acabado y en la zona funcionan una veintena de empresas que generan al menos un centenar de puestos de trabajo. Sin embargo, el promotor denuncia «la inactividad» del actual gobierno del PSOE, liderado por Manolo Civera; y del anterior, que encabezaba Manolo Izquierdo (PP). Tras dos años y medio de tramitación, y después de un año (desde junio de 2015), en el que solicitó un modificado del plan para acabar las obras, el representante de Grupo Sanz, Alfonso Sanz, ha advertido al consistorio de que si no saca a exposición pública el plan para terminar de ejecutar la urbanización, empezará los trámites para resolver el contrato que lo une con el ayuntamiento. El agente urbanizador señaló a Levante-EMV que esta situación «debe tener un final». «Nuestra intención es acabar el PAI por responsabilidad empresarial, por el bien del pueblo y por nuestro propio interés», dijo Sanz. Pero «no podemos estar esperando durante años a que el consistorio responda porque esto tiene unos costes que no podemos asumir». En enero de este año volvió a demandar que se saque a exposición pública y se tramite el modificado para terminar las infraestructuras que faltan. Y hasta la fecha sigue sin haber respuesta oficial de la administración local. En el momento actual sólo quedan dos opciones: O el alcalde Manolo Civera retira la condición de agente urbanizador a Grupo Sanz y el consistorio asume la gestión del PAI para terminarlo; o se admite la retasación de más de medio millón de euros que pide el promotor y se finaliza la obra. En ambos casos, necesitará el apoyo de PP y Compromís para sacar adelante una solución técnica y política al tema. Todas las soluciones requerirán negociaciones y cesiones si no quieren acabar en los tribunales. Pero mientras, Llíria pierde oportunidades de negocio. «Hemos recibido propuestas serias de un supermercado, de un tanatorio y de una institución religiosa que se querían instalar en el ST1 y que ante la inseguridad que vivimos, finalmente han rechazado ubicarse en este polígono», enfatizó Sanz.