­La declaración de Sagunt como Capital Valenciana de la Romanización se palpa este fin de semana en las calles de su centro histórico con todos los sentidos.

La Ciutat Vella ha vuelto a la época romana con una amplia oferta que permite acercarse a ese mundo de una manera lúdica y aprender infinidad de detalles de su forma de vida, mientras se disfruta de un mercado con productos que podrían encontrarse en esa época, gastronomía, música, luchas de gladiadores, recreaciones de la vida cotidiana y coloridas vestimentas propias de la época imperial.

El resultado es tan impactante para los más pequeños que muchos no dudan en hacerse fotos con esos romanos que creen «de verdad» y a los que preguntan con curiosidad sus nombres. La sorpresa es aún mayor si se dirigen a alguno de los miembros del grupo de recreación «Saguntum Civitas» que han adoptado los de personas que hace casi 2.000 años vivieron realmente en la ciudad y de las que ha quedado constancia en lápidas u otros escritos. «Es una manera distinta de acercarse a la historia. Muchos se han enterado ahora de que el personaje que yo interpreto, Cayo Voconio Placido, fue el padre de Cayo Voconio, tuvo numerosos cargos en la ciudad y parte de su lápida funeraria está en las escaleras de la iglesia de Santa María. Por eso, queremos seguir por esa vía y, en nuestras recreaciones siempre tenemos en cuenta cómo era la vida en Sagunt y, por ejemplo, a qué divinidades se veneraban», decía el presidente de la asociación, Valentín Cabrera.

Esa apuesta por el «rigor histórico» también ha sido una máxima del ayuntamiento y de los organizadores del mercado. «Hemos querido que no haya productos, ni ambientación, ni vestimentas o decoración impropios de la época, además de ofrecer una zona para niños con talleres lúdicos pero que les enseñan cosas de entonces», apuntaban desde la firma. «Queremos dinamizar la ciudad desde una base cultural», apuntaba el edil José Manuel Tarazona.

Hornos, bares y restaurantes del casco antiguo también han preparado recetas o menús especiales donde el referente es aquella cocina, por lo que se pue«saguntumde aprovechar para probar desde diversas clases de pan romano a platos más elaborados.

Las recreaciones de bendiciones, desfiles, bodas y juicios celebrados en aquella época también permiten comprobar hasta qué punto la sociedad actual se asemeja en muchos aspectos a la de entonces. Todo un espectáculo para los sentidos que aún puede disfrutarse hoy desde las 11 hasta las 24 horas de esta noche.

La boda romana reeditó el enlace de dos emigrantes en Alemania

La «boda» romana celebrada ayer en Sagunt fue más que una recreación. Permitió reeditar, junto a familiares y amigos, el enlace sellado hace ya tres años en Alemania por unos saguntinos que emigraron por la crisis y no pudieron compartir ese día con los suyos. «Al ver que los matrimonios tenían ventajas, quisimos casarnos. Pero como en el juzgado de Sagunt había año y medio de cola, lo hicimos solos en el consulado de Alemania en quince días, así que esto ha sido especial», decía Pilar Madrid junto a José Manuel Manzano, su marido, ambos vestidos como marcan los canones de la tradición romana.