La liquidación del presupuesto municipal de 2015 puso negro sobre blanco el coste que representa mantener abierto el aparcamiento subterráneo que el anterior gobierno de Guadassuar (PP) construyó en la Plaça de la Generalitat cuando únicamente se han vendido cinco de las 99 plazas y, además, sólo había un usuario efectivo, y la actual corporación ha optado por buscar un acuerdo para devolver el dinero a los vecinos o empresas que en su día compraron las plazas y cerrar el párquing «hasta que veamos la forma de hacerlo funcionar», según explicó ayer el alcalde de Guadassuar, Salvador Montañana. «Ha sido un fracaso total, un negocio ruinoso que hemos heredado y que ya advertimos cuando estábamos en la oposición», apostilló el edil de Hacienda, Joan Puchol. Nadie se ha interesado por la adquisición de nuevas plazas en los aproximadamente doce meses que el párquing ha estado en funcionamiento.
El gobierno del PP que encabezaba José Ribera aprovechó los fondos del Plan Confianza, también conocido como Plan Camps, para proyectar la construcción de este aparcamiento con capacidad para un centenar de vehículos, en una actuación que también contemplaba la urbanización de la plaza. Las obras se ejecutaron, pero la ínfima demanda demoró su entrada en funcionamiento y, de hecho, la infraestructura estuvo prácticamente cuatro años cerrada hasta que, en plena campaña electoral de las pasadas municipales, Ribera decidió abrirla. Sólo se habían vendido cinco plazas a razón de 6.000 euros cada una -la Cooperativa Eléctrica de Guadassuar había adquirido un par de ellas-, aunque únicamente una vecina ha utilizado habitualmente este aparcamiento durante el último año.
