«Si un empresario decide montar una plaza de toros no podremos oponernos porque no hay marco legal». Las palabras, textuales, son del primer teniente de alcalde de Xàtiva y líder de Esquerra Unida, Miquel Lorente, uno de los principales detractores de las corridas de toros en Xàtiva. Pues se ve que le han hecho caso.

Según ha sabido Levante-EMV, una vez que el referéndum antitaurino se ha saldado con una victoria del no a los toros, como este «no» en realidad se circunscribe a la plaza de toros de Xàtiva como instalación municipal, una empresa cree que es factible montar toros en Xàtiva en otro recinto. Y piensa hacerlo. Esta Fira, además. El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, recibe hoy a los colectivos protaurinos. Será en esa reunión cuando le trasladen, de manera formal, la idea de montar una plaza portátil. La intención es programar una corrida de toros (manejan los nombres de Manuel Díaz, El Cordobés, y El Javi, el diestro que tomó la alternativa en Xàtiva el año pasado) y un espectáculo de recortadores.

Sabedores de que prohibir los toros es algo que no pueden hacer, los partidos promotores de la consulta antitaurina de Xàtiva se han preocupado bastante de publicitar que no se trata de una prohibición; simplemente „argumentan„ se trataba de una consulta sobre la programación de la Fira d´Agost con la finalidad de decidir el incluir o no los toros en dicha programación así como no ceder un espacio también municipal como el coso a una actividad que rechazan. Así las cosas, la negativa surgida de las urnas virtuales tiene poco recorrido. En Xàtiva no habrá toros... en la plaza de toros. Pero montar un recinto taurino provisional es perfectamente factible. Y en ello están los defensores de este tipo de festejos.

Decisión apresurada

El no a los toros aún colea y lleva camino de ser un quebradero de cabeza para el alcalde, quien quizá se ha apresurado demasiado al fulminarlos de la programación. Y es que si bien la victoria numérica del no contra el sí es evidente (3.135 frente a 3.056), los apenas 79 votos de diferencia son casi un empate técnico. Pero además, el dato encierra una interpretación poco favorable para los prohibicionistas, a parte de fracasar con la Reina de la Fira. Y es que si los toros ya se hacían y son una tradición asentada, el no a los toros debería ser un voto reactivo y, por lo tanto, ampliamente mayoritario para ser vinculante.