La mujer del concejal socialista de Chiva Salvador Martínez, Consuelo Palop, declaró ante la Guardia Civil que el alcalde de la localidad, Emilio Morales, le reconoció personalmente que él y el teniente de alcalde, Fernando Casanova, que viajaron de Chiva a Carboneras (Almería) para abordar a Martínez en un bar, habían preparado «una encerrona» para que su marido dimitiera.

Según documentación a la que ha tenido acceso Levante-EMV, Consuelo Palop testificó que en el momento en que Salvador Martínez entró en una oficina de correos de Carboneras (Almería), donde se encontraba por motivos laborales, junto a Fernando Casanova para enviar por burofax su dimisión al consistorio de Chiva, ella se quedó en el exterior con el alcalde. Al parecer, en ese momento le reprodujo una grabación de audio con su teléfono móvil en la que Salvador Martínez conversaba con otro edil, Manuel Verdeguer, para que el primero diera su apoyo al equipo de gobierno y obtener así la mayoria plenaria.

Además, según la misma declaración, Morales también le enseñó una transcripción del audio que habría escrito él mismo, le dijo que la grabación la realizó Manuel Verdeguer y admitió que le habían preparado «una encerrona».

Salvador Martínez renunció a su acta el pasado jueves 2 de junio por «motivos personales y laborales» y solo un día después se retractó. En ese lapso de tiempo, presentó una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de La Garrucha (Almería) contra Morales y Casanova por coaccionarle para que dimitiera del cargo.