Los dos concejales de Izquierda Unida en Chiva presentaron el pasado miércoles su renuncia a formar parte del equipo de gobierno municipal encabezado por Emilio Morales, de Compromís. Pese a su decisión, estos dos ediles, Manu Clemente y Jacobo Morales, mantendrán sus competencias de gestión en sus concejalías: Cultura, Educación e Igualdad, y Agricultura, Medio Ambiente y Urbanismo, respectivamente. De este modo, Izquierda Unida renuncia a formar parte de la toma de decisiones del gobierno municipal en cualquier área que no sea de su competencia e incluso rehúsa de disponer la tenencia de alcaldía.

La ejecutiva del consistorio de Chiva queda ahora más aún en minoría si cabe, con tan solo dos concejales de Compromís, dos de Vinchi (Vecinos Independientes de Chiva), uno de ADUC (Alternativa Diseminados y Urbanizaciones de Chiva) y otro de Juntos Somos Más Chiva, frente a los seis del PP, dos del PSOE y uno de Ciudadanos que conforman la oposición, y los dos de IU que se mantienen al margen.

Según un comunicado ofrecido por ambos concejales de IU, su salida de la ejecutiva es producto de desavenencias con ciertas decisiones tomadas por el equipo de gobierno en el año que lleva en el mando. El detonante ha sido la iniciación del expediente de unas bases reguladoras a través de las cuales se van a crear unos «cheques escolares» para los usuarios de las escuelas infantiles privadas de Chiva. Al parecer, según ha podido saber este periódico, una de ellas estaría relacionada con la mujer del edil de ADUC, Manuel Verdeguer. Los dos concejales de Izquierda Unida señalan que no apoyaban la puesta en marcha de estos cheques y que, para evitar que los detenga la concejalía de Educación, de la que está al frente IU, se están tramitando a través de Servicios Sociales.

Aún así, Manu Clemente insistió ayer en que desde su formación mantienen su «compromiso de cambio y de trabajo» y que desean seguir colaborando de forma constructiva sin suponer nunca un bloqueo.