Iba a costar 3,5 millones de euros, pero al final se pagaron por ella 6. Sin embargo, no fue suficiente dinero para que la piscina municipal de la Mallà de Riba-roja de Túria, que fue inaugurada en 2012 con el PP en la alcaldía, estuviera en buenas condiciones. Una auditoría encargada por el ayuntamiento a una empresa especializada ha detectado hasta 39 fallos técnicos y deficiencias en las instalaciones.

Estos errores deben ser subsanados y resueltos a medio plazo por el consistorio ya que actualmente hasta 3.000 usuarios acuden al centro, entre el gimnasio, los abonados de la piscina y los alumnos de los cursillos de natación, según fuentes municipales.

Entre los fallos que padecen estas instalaciones, según la auditoría, cabe destacar la ausencia de una manta térmica que reduzca el gasto de energía, la falta de una red de colectores o fuentes renovables alternativas para la producción de agua caliente sanitaria, un sistema de descalcificación insuficiente de 9 metros cúbicos a pesar de necesitar uno nuevo de 17 metros cúbicos por hora, falta de caudal en las duchas, problemas con la unidad deshumidificadora, oxidaciones en el forro metálico de los pilares o fugas en la red de desagüe de la playa de la piscina.

El informe técnico considera necesaria una inversión de hasta 279.500 euros para resolver todos los problemas y deficiencias detectados y, de esta forma, dotar el complejo deportivo con los sistemas tecnológicos para su buen funcionamiento y para aumentar los parámetros de eficiencia en los sistemas energéticos y de ahorro en el consumo.

En total, se trata de veinte actuaciones entre las que destacan mejoras en la red de saneamiento del sótano (3.000 euros), la ampliación de distribuidor de agua (25.000 euros), sumideros en las duchas de los vestuarios (15.000 euros), repaso en los puentes térmicos (2.000 euros), cambio en los rociadores de las duchas (6.000 euros), instalación de una manta térmica (10.000 euros), aislamiento para la sala de padres (15.000 euros), ampliación de la sala polivalente (30.000 euros), un nuevo grupo de presión de caudal (45.000 euros) o la modificación del sistema deshumidificador (95.000 euros). Los 279.500 euros son las valoraciones estimadas inicialmente por la empresa.

Además, la piscina carece de las dimensiones adecuadas para albergar competiciones oficiales de natación, motivo por el cual el club de natación de Riba-roja de Túria no puede participar en este tipo de iniciativas deportivas y, por tanto, tiene que desplazarse a otras localidades cercanas para llevar a cabo estas competiciones a pesar de que las instalaciones debían estar listas y en funcionamiento efectivo en el año 2007 y se demoró hasta el año 2012.

Denuncian el «despilfarro» del PP

Ante ello, el equipo de gobierno de Riba-roja „compuesto por PSPV, Compromís y Esquerra Unida„ ha denunciado el despilfarro y los gastos «suntuosos» e «injustificables» que aplicó el anterior gobierno del PP. Fuentes del ejecutivo municipal apuntan también entre los derroches la compra de un dispositivo de descalcificación del agua en todo el complejo, incluida la de los váteres de los baños, cuyo destino final no es el consumo humano.