Joaquín Ballester empieza a estar perfilado por un aura de leyenda oral, esas que aún hoy se sitúan en el extrarradio de las redes sociales para mantenerse vivas en el cuento de los abuelos. La suya sería la leyenda de un matagigantes del ajedrez. Puede incluso que en un futuro alguien exagere el relato para decir que ningún campeón del mundo lo es hasta que derrote a Ballester.

Quizás no sea para tanto, pero lo cierto que es que este paternero, hijo del expresidente de la Federación Valenciana de Ajedrez „Vicente Ballester, fallecido en junio„ y presidente del club local de su municipio, sumó el viernes otra muesca a su historial de victorias contra números uno. Fue contra la campeona mundial china Yifan Hou, en la exhibición de 16 partidas simultáneas que esta mantuvo en la Petxina. 31 años antes, Ballester había logrado una gesta del estilo contra Kárpov.

Igual que cuando venció al mito ruso, la única derrota de Hou en Valencia fue contra Ballester. «El mérito es suyo por jugar tantas partidas al mismo tiempo», apunta, restándose importancia. «Cometió un error al principio y le saqué ventaja», relata este ajedrecista aficionado, que por la mañana había estudiado algunas partidas de su rival: «Pero no me sirvieron de mucho...», apunta. Dice Ballester que cuando finalizó la partida Hou fue parca en palabras. «Los grandes maestros no suelen estar muy contentos cuando pierden», la disculpa su verdugo valenciano, aunque recuerda que el final de la partida con Kárpov fue diferente: «Fue un caballero, estuvo muy amable, se hizo fotos conmigo y me firmó la partida».

Cuestión de talento y talante del maestro, de los que ya ha «coleccionado» unos cuantos este experto jugador, que comenzó escrutando el tablero hace más de cuarenta años, empujado por su padre, a quien recordó tras la victoria contra Hou. «Empecé a los 13 años (tiene 55) y gané un campeonato de España a los 15, pero luego bajé el ritmo», relata Ballester. En su inventario de partidas célebres, siempre en exhibiciones, hay una victoria contra el campeón español Miguel Illescas, un empate contra el maestro Víktor Korchnói, y derrotas contra los excampeones Anand y Kaspárov. Pero victorias como la de ayer bien valen el título de mito local.

El nexo de Hou con Valencia

«El ajedrez es una combinación de inteligencia, deporte, arte y comunicación pero, al final, el ajedrez es simplemente ajedrez», decía la jugadora china en una entrevista a Efe durante sus días en Valencia. Hou, que empezó a jugar a los 5 años y es admiradora de Bobby Fisher, destacó que nunca ha dejado los estudios, que tuvo claro que los compaginaría con el ajedrez. Esa combinación le acercó a Valencia antes de visitarla: «Mi tesis fue una comparación de la Historia con la Historia del ajedrez y conocí un libro que hablaba sobre el origen valenciano del ajedrez moderno», explicaba la campeona mundial.