Un malintencionado diablillo debió colarse por una rendija de la puerta de iglesia parroquial de Nuestra Señora, en Albuixech, mientras la Mare de Déu descansaba sobre su anda, esperando la cuarta romería de la semana. La imagen de la virgen, la que preside el altar mayor del templo, solo es apeada de su atalaya en ocasiones muy señaladas, como la que marca este año el 75 aniversario de su coronación. El jueves por la tarde la imagen de la patrona reposaba en su anda y esta sobre el carro que la había transportado durante tres romerías por distintas zonas del municipio, un recorrido trazado para celebrar la efeméride.

Cuando los encargados de portarla abrieron las puertas de la iglesia para su cuarta procesión, se la encontraron tumbada en el anda. Una de las ruedas del carro que la sostenía había perdido presión, probablemente a causa de un pinchazo imperceptible, y esto desequilibró toda la estructura provocando que la imagen de la virgen diera de bruces contra la plataforma. Sin embargo, los adornos que la envuelven así como parte del conjunto escultórico que la acompaña, impidieron que cayera al suelo.

«La imagen está bien y pudo salir en esa misma procesión, que se retrasó un poco; el tronco del árbol „una de las esculturas que la asiste„ sí que ha sufrido desperfectos», contaba ayer a este diario el primer edil de la localidad, José Vicente Andreu. Algunos de los vecinos que vieron la imagen hablan de algún rasguño o pequeño daño que se percibe en la imagen. Esta, sin embargo, fue erguida de nuevo y salió a pasearse entre el fervor de los feligreses. Ayer, como muestra la imagen que acompaña al texto, presidía desde el anda la misa de las siete, y antes de que acaben las fiestas (comenzaron ayer con el pregón), aún saldrá en procesión en un par de ocasiones. Después descansará, superados los sobresaltos, en su altar.