Miles de vecinos de Llíria acompañaron a la imagen de su patrón, San Miguel, en la tradicional Baixà que se celebró ayer en la capital del Camp de Túria, en la que el santo fue trasladado desde su Real Monasterio hasta la iglesia parroquial de la Asunción en la víspera del día grande de las fiestas patronales. Uno de los momentos más emotivos del acto religioso se dio cuando se produjo el encuentro entre el arcángel y la imagen de San Vicente Ferrer, copatrón de la ciudad. En ese momento, la Orquesta de Plectro El Micalet de Llíria ofreció una actuación en honor a los dos santos. La Baixà ha contado este año con la asistencia del presidente de les Corts Valencianes, Enric Morera, además del alcalde, Manolo Civera, y el resto de ediles de la corporación municipal edetana.