Entre los verdes bosques que rodean Olocau, una pequeña escuela rural crece cada año en número de alumnos. Sin embargo, las infraestructuras que se ven obligados a emplear profesores y alumnos no acompañan a las actividades innovadoras que plantea. El CRA Alt Carraixet de Olocau se encuentra en pleno auge, pero sigue trabajando en un centro prácticamente en ruinas, considerado por la Conselleria de Educación como «parcialmente en barracones» y pendiente de la construcción de un nuevo centro.
El CRA Alt Carraixet se sostiene sobre la base del mismo edificio desde los años 60. Entonces contaba con alrededor de 30 niños, y ahora ya casi llega al centenar de alumnos, que van desde los 3 hasta los 12 años. El «boom» se inició hace una década, a raíz de la oferta del transporte escolar y el servicio de comedor. Pero las infraestructuras apenas han cambiado. Tan solo se han hecho algunos remiendos.
Al entrar al colegio por la puerta principal, una pronunciada pendiente recibe a los alumnos a la izquierda. Más adelante, unas empinadas escaleras recuerdan las deficiencias en cuanto a accesibilidad que sufren los escolares. El centro no cuenta con gimnasio, ni comedor „se desplazan hasta el Hogar del Jubilado del municipio para ello„, ni espacios a cubierto en el patio, ni aulas específicas de Informática o Música, ni pistas deportivas. Es más, han pintado una portería en una pared para que al menos los niños puedan jugar al fútbol.
Para llegar a las aulas de los más mayores, hay que pasar por una estrecha puerta con un bordillo alto y con desnivel. Esas aulas son prefabricadas, se encuentran en dos alturas y, según la directora del centro, Eva Ragel, se inundan cada vez que llueve. Otros remiendos llaman todavía más la atención: un antiguo gallinero sirve hoy de aula para los niños de 4 y 5 años, mientras que un cuarto de baño prefabricado se ha reconvertido en el aula de educación especial.
¿Y cómo consigue crecer el CRA Alt Carraixet en alumnos? Ragel da la respuesta: «Ofrecemos calidad del personal y del método, además de una gran proximidad, ya que no tenemos la de la infraestructura».
El centro está ahora en la lista de espera para que la Conselleria de Educación le construya un nuevo colegio. El Ayuntamiento de Olocau ya ha cedido una parcela para ello junto al polideportivo que, según su alcalde, Antonio Ropero, podrían usar los alumnos, «lo que supondría reducir su coste un 40 por ciento».
Fuentes de la conselleria recordaron a este diario que siguen «estrictos criterios de alarma» para priorizar unas obras sobre otras. De momento, al CRA Alt Carraixet sigue creciendo mientras espera su nueva casa.
