Ontinyent aprobó en el pleno municipal del pasado jueves la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para adaptar los terrenos del nuevo hospital. La parcela que albergará el futuro hospital, situada junto al depósito aduanero, está calificada como suelo de uso terciario y con la modificación aprobada el jueves pasa a uso sanitario. Este cambio en el PGOU inicia ahora una fase de exposición pública previa a la aprobación definitiva de la modificación, que el concejal de Territorio, Jaime Peris, señala a este diario que podría producirse antes de finalizar el presente año.
El gobierno de Jorge Rodríguez adquirió la parcela, de unos 25.000 metros cuadrados, una compra que se efectuó con un préstamo solicitado por el consistorio y que se concertó por 1.850.000 euros, el precio de los terrenos, que pertenecían a la Sareb (banco malo). La compra de los terrenos -efectuada el pasado julio, tras concertar el crédito en junio- y la modificación del PGOU son dos de los compromisos del ayuntamiento que recoge el convenio que firmaron el pasado 19 de julio el alcalde, Jorge Rodríguez, y la consellera de Sanitat, Carmen Montón, para la construcción del hospital, cuyo inicio de las obras se prevé para finales de 2018. El concejal Territorio manifestaba que «una de las obligaciones del ayuntamiento que figura en el convenio firmado con Sanitat es la modificación del Plan General, que la parcela reúna las condiciones legales para albergar el hospital cuando la conselleria pida la cesión de los terrenos. Y eso es lo que estamos haciendo», remarcaba Peris.
Otras modificaciones
El concejal de Territorio explicaba que ademas de «quedar claro con la modificación del PGOU que la parcela es de usos sanitarios, también se aclara la altura de la construcción. Con el cambio se permiten las cuatro alturas del proyecto del hospital». Aprovechando la modificación del Plan General para el hospital, Peris indicó que el cambio también permite que la Universitat de València pueda construir un gimnasio en el sótano del edificio del nuevo aulario, así como eliminar las obligaciones de determinada altura en los edificios del Eixample de la ciudad.
