­Recuperar una parte de la memoria de Massanassa. Esa es la intención de «Orquesta Català», el título del libro escrito por la periodista Mariló Gradolí que recogerá la historia de esta mítica banda tan popular en los años 70 y 80 y que verá la luz, a finales de año, gracias al compromiso de la Diputación de Valencia para imprimirlo. «Era una deuda que Massanassa tenía con esta orquesta», señala Mariló, que recuerda que hay una plaza con el nombre de la formación -aún por inaugurar-, que en los bandos municipales se usan estas canciones como hilo musical y que la canción «La gamba de les barraques» es como un himno en Catarroja.

Con la próxima publicación de esta obra se consigue así acabar con un camino que empezó hace alrededor de 15 años Miguel Català, hijo de uno de los integrantes de la orquesta. «Lo que me da más pena es que no lo haya podido ver el tío Eduardo, que se murió hace unos meses. Siempre me decía en broma si estás esperando a que me muera para publicar el libro, avísame. Y al final, no lo ha visto», recuerda emocionado Català.

Ya solo el apellido da pistas de la vinculación de Miguel con esta orquesta. No solo su padre era el cantante melódico, sino que es nieto de uno de los fundadores, el batería Vicente Català, y sobrino de José Millà Català «el bala», que junto a José Raga «el peno», José Alonso «el ganso» y Vicente Olmos crearon «l´Orquestrina Campestre». «Creemos que la fundaron a principios del siglo XX pero no tenemos archivos fotográficos hasta los años 30», relató.

Esta orquesta se dedicaba a tocar en celebraciones por Massanassa, Catarroja y lugares cercanos, aunque a finales de los 40 empezaron a tocar también en poblaciones de Guadalajara y Teruel gracias a la amistad de «el peno» con el encargado de Destilerías Zabal. Fue a partir de la gira veraniega cuando entró la segunda generación, que ya bajo el nombre de Orquesta Català lograría el éxito entre los 70 y los 80. Aunque han pasado más de tres décadas, aún la gente de Massanassa recuerda a los integrantes del grupo: Vicente Alfonso, Eduardo y Enrique Ballester (único integrante aún con vida), Eliseo Pelegrí, Arturo Puchalt, Miguel Català y, sobre todo, Vicente Millà, más conocido como el «Tio Sola», verdadero símbolo de la Orquesta Català.

«Sin duda él era el que hacía que esta orquesta fuera diferente a todas las que habían por aquel entonces. Era un auténtico showman». Y es que, según cuenta Miguel, que de pequeño se escondía detrás del escenario «porque no dejaban entrar a los niños en la piscina de Catarroja», la sala de fiestas de moda de entonces, el «Tio Sola» no dudaba en traducir a su antojo «Daddy Cool» de Boney M.

Una de sus canciones más conocidas es «El tranvía de Catarroja», que es una adaptación de la famosa «Cucaracha ». «El Tio Sola siempre decía, ´y después de la tempestad llega la calma´ y entonces entraba mi padre, que era el cantante serio, el melódico», explica Miguel.

Todos recuerdan de Miguel que tenía una gran voz, por eso en parte, Paco Muñoz, de los estudios Tabalet en Alboraia decidió producir el primer y único disco de esta Orquesta en 1981. El mismo año en el que la Orquesta Català apareció en TVE en el programa «Granizado de Música».

Sin embargo, el territorio donde mejor se movía la Orquesta Català era en pueblos como Checa ­-donde algunos integrantes conocieron a sus esposas- y sobre todo Bronchales, donde tras 25 años se les hizo una calle y un gran homenaje. «Ahora muchos vecinos de Massanassa y Catarroja tienen casas de veraneo en aquellos pueblos y eso se debe a la influencia de la orquesta», añadió. Una Orquesta Català que aunque desapareció en 1984 sigue estando presente en Massanassa, porque más que una formación, es el sentir de todo un pueblo.