Las cuentas siguen sin salir en los conservatorios profesionales de música y danza de Llíria y Riba-roja de Túria. Los ayuntamientos de ambas localidades reclamaron el año pasado a la Generalitat que la Conselleria de Educación asumiera su gestión ante sus dificultades económicas. Ahora han dado un paso más, y ambos consistorios han decidido unir esfuerzos.

Con esa intención, los alcaldes de ambas localidades del Camp de Túria, Manolo Civera y Robert Raga, han anunciado un acuerdo para constituir una comisión permanente de trabajo que facilite la catalogación de sus conservatorios dentro del mapa de centros y, posteriormente, logre su integración en la red autonómica. En caso de no poder conseguirlo, al menos apuntan a acordar un convenio de financiación que les permita coger aire económicamente.

La idea de ambos consistorios es que el Conservatorio de Riba-roja sea el centro de referencia comarcal para estudios elementales de música, que se complementaría con la oferta de enseñanzas profesionales del de Llíria, que impartiría exclusivamente el nivel superior. Mientras, el Conservatorio de Danza de Riba-roja mantendría las enseñanzas elementales y profesionales de esta disciplina. Entre ambos centros estiman que podrían ofertar 810 puestos escolares (540 de música y 270 de danza).

A la espera de encontrar una fórmula de desahogo económico, de momento ambos ayuntamientos siguen esperando las convocatorias de ayudas como agua de mayo para estas entidades históricas.