­La Osa Menor, Andrómeda, Capricornio, Draco, Orión, Hércules... Son algunas de las «obras de arte» de la naturaleza que se pueden observar en el museo en que prácticamente cada noche se convierte el cielo de Aras de los Olmos, Titaguas, Alpuente y La Yesa. Estas constelaciones de estrellas tienen una vista privilegiada desde estos cuatro municipios de la comarca de Los Serranos que, junto a otras 23 localidades de Teruel, han solicitado la distinción de Reserva Starlight para convertirse en destino turístico astronómico.

Esta zona del interior de la Comunitat Valenciana reúne condiciones óptimas para disfrutar de la belleza de nuestro universo. La baja densidad de población „alrededor de 20.000 habitantes en toda la comarca y con aldeas que tienen solo 2 habitantes por kilómetro cuadrado„ permite que la contaminación lumínica también sea escasa. Las benevolencias meteorológicas también suman: alrededor del 50 % de las noches del año presentan cielos claros.

Este cóctel de factores ya atrajo a la Universitat de València para instalar en Aras de los Olmos su observatorio astronómico. Además, en el mismo municipio hay otras dos instalaciones de este tipo: una de carácter privado y otra de la Asociación Valenciana de la Astronomía. Hasta el momento todas ellas tenían un carácter educativo e investigador. Sin embargo, se le puede sacar todavía más rédito a las estrellas: pueden convertirse en un revulsivo turístico.

Con esa idea nació el propósito de obtener el sello de la Fundación Starlight, que le daría un distintivo de calidad al cielo de Los Serranos y la comarca turolense de Gúdar-Javalambre. Para conseguir este certificado han tenido que hacer esfuerzos, como sustituir todas las luminarias por alumbrado eficiente que permita conservar la oscuridad, como reconoce Encarna Recio, concejala de Aras de los Olmos.

Los municipios pasaron por una auditoría el pasado mes de noviembre y ahora están a la espera de que a finales de este mismo año o a principios de 2017 les confirmen que ya son Reserva Starlight. «Apostamos por el turismo y este sello puede ayudar mucho para que se nos conozca más, algo que puede ayudar a nuestros establecimientos tanto de hostelería como de servicios», apunta Recio.

Astroturismo innovador

Del impulso que puede dar el turismo astronómico al interior valenciano es consciente Alejandro Vera, uno de los promotores de la apuesta de estos cuatro municipios por este distintivo.

Su empresa, Astrexperiencia, consiguió acoger a 2.700 aficionados a la astronomía en su primer año de funcionamiento, y en lo que llevamos de 2016 ya ha contabilizado 3.700 visitantes. «Por el día todo el mundo tiene muchas cosas que hacer, pero cuando cae la noche hay menos posibilidades de ocio, y con este cielo tan puro tenemos un bien por explotar», explica Vera.

El turismo rural cuenta con un nuevo aliado: el cielo nocturno. Las mismas estrellas que guiaron durante siglos a los pastores para dirigir a sus rebaños se pueden convertir en una garantía para la supervivencia de las economías rurales en pleno siglo XXI.