Una noche sin Policía Local. Es lo que vivieron los vecinos de Nàquera, muchos sin saberlo, durante el tránsito del pasado jueves al viernes después de que tres agentes más se sumaran a última hora a la plaga de bajas „13 de 20„ que vive el cuerpo de seguridad local. Ante ello, los gendarmes cerraron el retén y desviaron las llamadas al teléfono de emergencias a la jefatura de Policía. «Pese a que no había agentes, en ningún momento se abandonó el servicio, ya que el jefe atendía cualquier llamada», aseguró el alcalde y máximo responsable de la Policía Local como concejal de Seguridad Ciudadana, Damián Ibáñez.

El cuerpo de la Policía Local de Nàquera está formado por 20 agentes de los que hasta hace unos días 10 estaban de baja. Sin embargo, el jueves se sumaron otros tres a esta situación. «Uno de ellos tenía un familiar enfermo grave, a otro se le puso su mujer de parto y la otra estaba tomando un medicamento y tenía que dejar pasar unos días para ver si le daba efectos adversos», explicó Ibáñez.

Esto provocó que la plantilla, que hace turnos de 7x7 „siete días de trabajo y siete de descanso„, se quedara con tan solo cuatro agentes disponibles, que hicieron su turno diurno y, cuando llegó la noche, cerraron el retén. Cumpliendo órdenes de sus superiores, desviaron las llamadas telefónicas a la jefatura, que, en caso de ser necesario, reportaría a la Guardia Civil de Bétera las necesidades de los vecinos, señaló el alcalde. «Del mismo modo que si la Guardia Civil nos pide ayuda nosotros se la damos, ellos hacen lo mismo si lo necesitamos», añadió Ibáñez.

De cara a la semana que viene, ante la posibilidad de que el número de bajas persista, Ibáñez avanzó que reorganizarán el sistema de turnos diarios y nocturnos para que esta situación no se vuelva a dar.

Enfrentamientos con la jefatura

El último año ha sido significativamente convulso en la Policía Local de Nàquera, si bien no se trata de una entidad que haya gozado de estabilidad en el último lustro, en el que ha tenido hasta cinco jefes distintos.

El pasado mes de julio, el Sindicato Profesional de Policías y Bomberos (SPPLB) emitió un comunicado que fue suscrito por 14 agentes locales, en el que se quejaban de supuestas «vejaciones, desconsideraciones y subidas de tono continuadas» de su jefe. Algo que el alcalde calificó como un «chantaje» para que nombraran a otro responsable del cuerpo.

Ibáñez anunció ayer que tiene concertada una reunión el próximo lunes con el subdelegado del Gobierno en Valencia, Juan Carlos Valderrama, «para comentarle esta situación y poner en marcha el operativo que haga falta».