El coste de la piscina municipal de la Mallà de Riba-roja continúa creciendo. Si el presupuesto inicial se cifró en 3,5 millones de euros y al final costó hasta 6 (2,5 millones en sobrecostes, un 71 % sobre su precio inicial), la subsanación de las deficiencias que se han detectado tan solo cuatro años después de su inauguración en 2012 le han supuesto un nuevo gasto de 475.000 euros a las arcas municipales de Riba-roja.

Estas obras de reparación son fruto de una auditoría externa que hizo pública el equipo de gobierno municipal en julio en la que se habían detectado hasta 39 fallos técnicos en la infraestructura. Entre ellos la ausencia de una manta térmica que reduzca el gasto de energía, la falta de una red de colectores o fuentes renovables alternativas para la producción de agua caliente sanitaria, oxidaciones en el forro metálico de los pilares o fugas en la red de desagüe. Y eso sin entrar a valorar que, una vez construida, se descubrió que la piscina carecía de las dimensiones adecuadas para albergar competiciones oficiales de natación.

En la primera fase, ya iniciada y valorada en un total de 120.000 euros, el consistorio ha informado de que entre otras actuaciones se procederá a cambiar el panel de la piscina al hallarse el material con moho y suciedad „3.000 euros„, se cambiará el suelo y el revestimiento de las paredes del gimnasio „15.500„, se instalará una deshumectadora „60.000 „, un acumulador „20.000 „, se hará el rejuntado del suelo de la zona de la piscina „3.000 „, se colocarán captadores solares para aprovechar la energía y calentar el agua „5.000 „ y se comprará una caldera „12.000 „.

La intervención requerirá de una segunda fase en la que, según el ayuntamiento, se prevé una inversión superior a los 355.000 euros. Ahí se modificará la descalcificadora, se acondicionará la zona de los padres y el acceso directo desde las instalaciones y se cambiarán los vestuarios y las duchas.

El equipo de gobierno de Riba-roja, formado por el PSPV, Compromís y EU, lamentó «el escaso tiempo que ha transcurrido entre la inauguración de las instalaciones y las obras de reparación que se han tenido que llevar a cabo para ofrecer un servicio digno a los usuarios». Además, insistieron en que «estas obras son el reflejo del despilfarro y el descontrol que durante años imperó en el ayuntamiento cuando era gobernado por el Partido Popular».