El Hotel Simba de Xilxes echó el cierre este viernes de forma precipitada e inesperada. Tanto es así que, según confirmaron fuentes consultadas por Levante-EMV, la cadena que gestionaba desde hace dos años estas instalaciones, Hotel Wep Group, S.L., tuvo que trasladar a los huéspedes que ocupaban 30 de las 97 habitaciones disponibles a otros establecimientos de la cadena, entre ellos, a Sagunto.

El futuro de los 18 empleados que hasta el viernes seguían trabajando en el hotel es incierto, según confirmó uno de los afectados, que aseguró que previo al cierre se les notificó que «a partir del 4 de febrero se concede un período de vacaciones al personal, por lo que quedan dispensados, hasta nuevo aviso, de la obligación de acudir a su puesto de trabajo». Sus expectativas al respecto no son halagüeñas, tal y como señaló el trabajador consultado, teniendo en cuenta que se estaban acumulando retrasos en el pago de las nóminas de hasta cuatro meses, a lo que se suman «deudas a proveedores, con la Seguridad Social, la luz, el agua e incluso al propietario del inmueble», dado que el grupo gestor hacía uso del Hotel Simba en alquiler. El cierre del hotel no fue una sorpresa para el alcalde de la localidad, José Martínez, que aunque ayer confirmó que desconocía las razones que pudieron precipitar la decisión, esta no era imprevista. Según explicó, en el ayuntamiento se sabía que más pronto o más tarde iba a producirse, dado que conocían los problemas económicos que arrastraban. Además, «sabíamos que el propietario lo había puesto a la venta y hemos mantenido reuniones con posibles compradores».

La compra podría ser la solución para los problemas no solo de los dueños, sino también de los 18 trabajadores, que se encuentran de vacaciones indefinidas y forzosa.